La enseñanza de habilidades sociales - nuestra experiencia con PEERS

Las habilidades sociales se tienen que enseñar de forma explícita, en realidad para todos los niños, pero especialmente para aquellos con neurodivergencias como autismo, TDAH, altas capacidades intelectuales, doble/multiple excepcionalidad y otros.

¡Puedes verla aquí!

¿Prefieres escucharlo? Escúchalo aquí

En este post te cuento nuestra experiencia con un programa específico, que se llama PEERS: es un acrónimo en ingles que significa Programa para la educación y el enriquecimiento de habilidades relacionales. Es un abordaje de entrenamiento de habilidades sociales desarrollado en UCLA por Elizabeth Laugeson para apoyar a personas diagnosticadas con trastorno del espectro autista (TEA) u otros trastornos sociales que tienen dificultades con las interacciones y relaciones con sus pares. Puedes obtener mas info sobre este programa en concreto en la web de la UCLA (https://www.semel.ucla.edu/peers)

Pero, aunque no tengas acceso a este programa en concreto, ya sea por falta de terapeutas formados en él en tu zona, o por consideraciones logísticas, monetarias o de idioma, de lo que te quiero hablar en este episodio este la importancia de buscar algún programa de habilidades sociales pero, importante, teniendo en cuenta 6 condiciones.

6 condiciones que todo programa de habilidades sociales debería tener

  1. Que sea respetuoso con la neurodivergencia.

  2. Que entienda que el sentimiento de pertenencia es una necesidad humana fundamental.

  3. Que dé a nuestros hijos herramientas de autoconocimiento y autoregulación social y emocional.

  4. Que no promueva el llamado “enmascaramiento” de nuestros hijos para ajustarse a los neurotípicos.

  5. Que mida el progreso del aprendizaje en comparación con el punto de partida de cada cual, no en comparación con los demás.

  6. Que se centre, sobre todo, en enseñar “por qué” y “cómo” y no solo se enfoque en cambiar comportamientos.


Vamos punto por punto:

1. Que sea respetuoso con la neurodivergencia. No estamos intentando normalizar, sino hacer explicito todo eso que es implícito en las relaciones sociales.

2. Que entienda que el sentimiento de pertenencia es una necesidad humana fundamental. Y ojo, porque como ya dije en el episodio 74, pertenecer no es lo mismo que encajar, sino que se trata de ser comprendidos y aceptados tal como somos, independientemente de nuestra neuro-biología. 

3. Que dé a nuestros hijos herramientas de autoconocimiento y autoregulación social y emocional. Esto les va a permitir  navegar mejor en situaciones sociales y/o expresar, defender y recibir comprensión y aceptación de sus necesidades.

4. Que no promueva el llamado “enmascaramiento” de nuestros hijos para ajustarse a los neurotípicos. Es fundamental entender que la enseñanza explícita de habilidades sociales debería tener como objetivo principal empoderar a nuestros hijos con información social que les permita elegir cuándo (o si) usarán (o deberán) enmascararse por seguridad o para apoyar el progreso hacia sus propios objetivos sociales (esto ultimo se llama  autodeterminación). 

Te pongo un ejemplo: a menudo todos mostramos una parte nuestra a ciertas personas y omitimos ciertas partes de cara a caer bien y fomentar la amistad con alguien que nos interesa. Los autistas y las personas ND también pueden enmascarar su neurodivergencia, pero no porque les amenacemos o les ridiculicemos, sino porque ellos mismos lo deciden.

Obviamente, hay que reconocer que algunos de nuestros hijos tienen la CAPACIDAD (cognitiva), el autoconocimiento y la autorregulación necesarias y el privilegio (a menudo social) de disimular por seguridad o para lograr objetivos, mientras que para otras esa elección es mucho más compleja (diferencias sensoriales, raciales, de género y culturales). Y también hay que reconocer que hay consecuencias negativas para la salud mental de nuestros hijos (y de cualquiera) de no poder ser y mostrarse como son.

5. Que mida el progreso del aprendizaje en comparación con el punto de partida único de la persona o con ella misma, no en comparación con los demás y mucho menos neurotípicos.

6. Que se centre, sobre todo, en enseñar “por qué” y “cómo” las personas producen, interpretan, resuelven problemas y responden a la información social, mas que enfocarse solo en cambiar conductas sociales.

En nuestro caso fue un programa que duró 12 sesiones semanales, es decir, 3 meses. Fue virtual lo que cual al principio no nos convencía pero la verdad es que funcionó muy bien porque les permitió a las 4 niños que participaron (todos con edades entre 12 y 14 años) practicar varios temas de uso social de la tecnología como los mensajes, los chats de grupos, el cyber-bulling, etc.

Una clave fundamental es que se nos formó a nosotros los padres, y nos solo a ellos, los hijos. Es decir que mientras ellos estaban con una profesional hablando de cada temática, nosotros estábamos con otra, hablando de la misma temática pero desde la perspectiva nuestra como adultos responsables.

El temario, para que te hagas una idea, incluyó:

  • Cómo intercambiar información sobre uno mismo y recibir la de los demás

  • Cómo empezar, mantener y terminar una conversación de doble vía

  • Cómo gestionar las comunicaciones electrónicas (sobre todo SMS y chats)

  • La pirámide de amigos

  • El uso del sentido del humor y los chistes

  • Cómo elegir amigos apropiados (y en base a qué)

  • Cómo entrar en una conversación que otras personas están teniendo

  • Cómo salir de una conversación que otras personas están teniendo

  • Planes sociales

  • Deportes y cómo ser un buen participante

  • Bromas vs. acoso

  • Cómo gestionar los rumores y los cotilleos

  • La reputación social de uno y cómo cambiarla

  • La gestión del conflicto

Lo que más me gustó a mí:

  • La pirámide de amigos… y el hecho de que las relaciones de amistades van cambiando a lo largo del tiempo. Puedes descargarla dando click derecho y seleccionando la opción Guardar como…

  • Las herramientas de auto-comprensión: sobre el humor (eres de los que cuenta chistes, o de los que recibe chistes, o ni lo uno ni lo otro), sobre tu estilo de conversación (interrogatorio, preguntas cerradas, etc), sobre… Y siempre desde la aceptación porque ningún estilo está “mal”, pero algunos son mas valorados que otros socialmente en el mundo NT.

  • El que, con quien, cuando, donde y hasta cuando: nos recuerda también a los padres que, en la mayoría de casos, tenemos que explicitar también los parámetros (para nosotros y nuestros hijos), sobre todo en el caso de las “quedadas” o citas sociales o de juego.

  • La formación que yo misma recibí porque el gran cambio de chip es dejar de pensar que “esto lo deberían aprender solos”. Ni ellos ni nosotros. Tenemos también que hacernos responsables de nuestras propias reglas y comportamientos implícitos, de cuestionados, de explicarlos, y de cambiarlos si realmente no tienen sentido o hace más daño que bien a nuestros hijos ND. Un ejemplo sería el tema de dar y recibir abrazos o cualquier forma de saludo social que implique una cercanía física. Esto es cuestionable, aunque sea la norma cultural del lugar donde vivais. Recibir esta formación en habilidades sociales también como padres nos permite darnos cuenta de todo lo que no se dice, o se asume, o se exige a nivel social. Y por lo tanto, nos permite orientar a nuestros hijos, o sencillamente, cambiar las reglas… y claro, formar a los demás también. Por eso siempre parece que toca.

  • Darles a ellos la posibilidad de identificar 1-2 objetivos sociales con los que trabajar, practicar y motivarse tras el programa…. De hecho nos vamos a reunir en un mes para un seguimiento de 3 meses después. Independientemente del diseño del programa, se trata de entender que no es “hacemos el curso” y ya está, listo, ya tiene habilidades sociales. Es un camino de por vida y cada situación social es una oportunidad no solo de practicar lo aprendido, sino de cuestionar el por que de cada situación, cosechar aprendizajes y por lo tanto ir poco a poco incrementando el buen hacer, y la motivación, la curiosidad social. Esto es un circulo virtuoso para nuestros hijos, y para todos los seres humanos, por supuesto. Cuanto mas capaces nos sentimos, cuanto mas sabemos lo que esta pasando ahí fuera, y también lo que está pasando aqui dentro de cada uno, mejor nos sentimos y esto no quiere tampoco necesariamente decir que nuestros hijos van a ser unas mariposas sociales, haciendo mil amigos y de flor en flor. No. Significa que van a poder tener y usar las herramientas para DECIDIR como, cuando, con quien y de qué manera quieren socializar. Y si mucho, poco, o casi nada.


Aquí está al respecto a la neurodivergencia de nuestros hijos y a su manera de socializar. Que nuestros hijos puedan tener la vida social que desean, sea la que sea, y sea lo diferente que sea de las nuestras. Y que puedan llegar a ella porque tienen la oportunidad de decidir y la capacidad de relacionarse desde sus propias necesidades sin estigmatizar, sin discriminacion ni represalias.

Ojalá te haya aportado valor este post Si conoces a alguna familia que necesita oírlo por favor reenvíaselo.


Magüi Moreno

Life coach and mindfulness expert. My mission is to support special needs parents to achieve fulfilled and happy lives for themselves and to increase their family’s wellbeing.

http://www.maguimoreno.com
Anterior
Anterior

Hoja de ruta tras el diagnóstico

Siguiente
Siguiente

Lo que me ha enseñado el Camino de Santiago (¡y la maternidad atípica!)