¿Qué hago con mi ansiedad?
Como padres de hijos con autismo o diferencias significativas, sufrimos de elevadísimos niveles de estrés y ansiedad. En este post te cuento qué se esconde detrás de esa ansiedad y te doy 5 pistas de sencilla práctica para gestionarla mejor en tu día a día.
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
La ansiedad es muy común en nuestro mundo actual. La mayoría de nosotros vivimos con elevados niveles de una ansiedad que, en casi todos los casos, no está justificada a nivel de luchar por nuestra supervivencia o integridad física.
Pero con esto no te quiero agobiar aun mas. La ansiedad es una reacción fisiológica normal a unas mentes hiperactivas y a unas vidas super ocupadas. Llevamos unos ritmos a menudo frenéticos, día si y día también. Pero en este post te quiero empedrar para darte cuenta de que quien decide si se agobia o no, eres tú. Con esto mi ánimo no es que te machaques aun más, o que uses este deseo de no agobiarte tanto para agobiarte mas. ¿Ves la paradoja? Pues empecemos.
¿Por qué nos agobiamos?
Sencillamente, por dos razones.
1) Porque vivimos pendientes de las expectativas ajenas (y la propias que son expectativas ajenas - de nuestros padres, de nuestra sociedad - que hemos interioridad, que hemos echo nuestras). Vivimos en un estado permanente de auto-evaluación: “no llego”, “no me da tiempo a todo”, “esto me va a salir mal”, “ya estamos otra vez con los problemas en el trabajo”, etc.
2) Porque vivimos en el futuro. Mira, yo siempre he sido una persona super ansiosa. En gran parte por importarme demasiado lo que pensasen los demás de mí y también en gran parte por estar siempre anticipando problemas o temas que resolver. Esto también es una tendencia de la mente. La mente es como un martillo y lo que mas le gustan son los clavos. Los clavos son los problemas. ¿Lo ves?? Estamos constantemente anticipándonos a lo que puede salir mal.
Los padres, más aún ansiedad.
Los padres de hijos diferentes, aún más. ¿Por qué?
Primero porque la mente se obsesiona con que es un problema. Un problema gordísimo y sobre el que a menudo sentimos que no tenemos control.
Lo segundo porque la distancia entre lo que nos esperábamos y lo que tenemos se puede volver en un diálogo interno rumiativo sobre el merecimiento, sobre el por qué a mí, sobre si hemos hecho algo mal, sobre quién tiene la culpa, etc. Esto es normal. Nuestra mente funciona así.
Te recomiendo que veas mi video titulado ¿“Por que a mí?” Como parte de mi Kit de Primera Ayuda
Y lo tercero por la grandísima incertidumbre sobre cómo va a ser el futuro tanto de nuestro hij@ como nuestro y de si podremos, tanto el o ella, como nosotros, vivir con una buena calidad de vida, si podremos llevar una vida “normal”, etc. etc.
Enfocarse en el futuro siempre crea mucha ansiedad, y con esto ya te adelanto una de las claves.
Vale, ¿entonces, cómo empiezo yo a deshacer esta maraña de ansiedad en mi vida? Te cuento lo que me ha servido a mi que siempre he sido la “señorita ansiosa”.
5 prácticas para gestionar la ansiedad
1. Vive tu presente.
1) Date cuenta de que patrón de pensamiento te lleva al patrón emocional de ansiedad
2) cuando te notes agobiándote por algo en el futuro, ya sea cercano o lejano repite “pero, ahora, en este momento, estoy bien”.
2. Dí “no” - establece límites.
Esta es la fundación más importante del auto-cuidado. El bien mas preciado y al mismo tiempo limitado que tenemos es el tiempo. Reflexiona como lo usas. A quien se lo regalas y si esto te merece realmente la pena.
Aquí hay muchos ejemplos de la vida cotidiana con y sin nuestros hijos. Por ponerte uno - la vecina que se enrolla en el portal mientras que tu hijo se pone a tocar los buzones o a aletear porque lleva todo el dia en el colegio y necesita soltar su propio estrés. Y a ti eso te crea ansiedad por el que va a pensar la vecina o porque tienes mi cosas que hacer y no puedes perder el tiempo hablando.
No se trata de ser maleducado, sino de defender tus bienes mas preciados que son tu energía y tu tiempo. Y defender también las necesidades de nuestros hijos diferentes. Esto ademas a menudo supone una liberación de muchas convenciones sociales - el poder decir, mi hijo está cansado o estresado o no le gusta este sitio, perdona pero nos tenemos que ir a casa.
3. Conecta con tu cuerpo.
Básicamente se trata de: a) darte cuenta de cómo se manifiesta la ansiedad en tu cuerpo, b) sentirla y aceptar que nos trae un mensaje, escucharla y c) ayudar a que se disuelva en nuestro cuerpo. ¿Cómo? La técnica más sencilla es respirar conscientemente. Si quieres tener a la manos varias meditaciones en las que te guío para conectarte con tu respiración y con tu cuerpo, puedes conseguirlas aquí
4. Simplifica tus decisiones
Mira, esto de las decisiones es una trampa mental tremenda. Un agujero negro en el que una entra y luego es difícil salir. Yo personalmente siempre he sido super indecisa por el miedo a equivocarme, a elegir la opcion equivocada y a perderme algo.
Y nosotros, padres de hijos con autismo y otras diferencias neurológicas, a menudo tenemos que tomar decisiones con respecto al bienestar de nuestros hijos y eso nos estresa un montón.
5. Recuerda por qué vives.
¿Vives para pasar los días en un sin-vivir? ¿Por qué le das el poder a lo que pasa allá fuera?
Todos los seres humanos queremos dar y recibir amor. Toma conciencia de que dar y recibir amor empieza por una misma, por uno mismo. En el fondo nos agobiamos porque estamos demasiado pendientes de satisfacer a los demás, y las expectativas ya sean propias o ajenas, en vez de querernos independientemente de nuestros resultados, de nuestra posición social, de nuestro dinero en el banco, de nuestros títulos. No digo que esto no sea importante o parte de nuestra vida funcional como adultos en el mundo actual. Tan solo te invito a que no bases tu bienestar en todo eso que no puedes controlar y que no es un reflejo de tu valía como ser humano.