TE PUEDE AYUDAR LEER...
If you’re looking for my blog in English, click here.
Los beneficios del deporte inclusivo
Todos sabemos que el ejercicio y el deporte brinda beneficios, pero en esta entrevista con el profesor de educación física Eduardo Sotelo exploramos la importancia para nuestros hijos neurodiversos. Edu trabaja desde hace años en pos de la inclusión educativa y de la aceptación de las personas con autismo.
Todos sabemos que el ejercicio y el deporte brinda beneficios, pero en esta entrevista con el profesor de educación física Eduardo Sotelo exploramos la importancia para nuestros hijos neurodiversos. Edu trabaja desde hace años en pos de la inclusión educativa y de la aceptación de las personas con autismo.
¡Escúchala aquí!
En esta charla hablamos de:
Los múltiples beneficios para las personas neurodiversas (físicos, de atención, de regulación emocional, de habilidades sociales etc)
Los 3 prerequisitos necesarios para practicar deporte
La importancia de hacer explícito que es un juego
Cómo crear un circulo virtuoso que fomente el interés y la motivación
Los obstáculos específicos para los niños y jóvenes con autismo
¿Qué es la inclusión deportiva? Diferencias entre integración e inclusión
Cómo gestionar el exceso de competitividad
Claves al seleccionar actividades deportivas
Una charla fascinante que va mucho más allá del ejercicio físico, para resaltar que se trata de incluir en el juego y el disfrute social a las personas neurodiversas desde la comprensión de que hay que hacer las reglas del deporte explícitas para ellos y apoyarles específicamente.
Si quieres saber más del trabajo de Edu, puedes encontrarle en Instagram y en TikTok con el nombre de usuario @edu_sotelo y en Facebook y YouTube como Prof. Eduardo Sotelo.
Organización diaria con un hijo neurodiverso
Te doy 4 claves para organizar nuestra vida diaria como familias de hijos neurodiversos, con ejemplos de mi propia vida. Para que puedas identificar reajustes que os lleven a un mayor bienestar y a un menor estrés diario.
Te doy 4 claves para organizar nuestra vida diaria como familias de hijos neurodiversos, con ejemplos de mi propia vida. Para que puedas identificar reajustes que os lleven a un mayor bienestar y a un menor estrés diario.
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
La clave de toda organización es la claridad. Sin claridad no podemos priorizar. Y si no priorizamos, nos vamos a agobiar. Eso está demostrado porque los compromisos, las responsabilidades y la vida contemporánea en general ya te van a poner mucho, DEMASIADO, sobre la mesa.
Tu bienestar no viene de cumplir con todo (que es lo que solemos hacer y lo que nos lleva a la ansiedad crónica y al malestar físico) sino de decidir. Y para decidir, hay que aprender a soltar.
Es decir, a priorizar: dar la mayor relevancia a lo que realmente es importante y de esa manera identificar lo que no es tan importante o lo que nos lleva más tiempo del que estamos dispuestas a emplear y buscar maneras de que se nos escape menos el tiempo y de que realmente podamos llevar el ritmo de vida que se acerque a lo que nos gustaría aunque no dependa totalmente de nosotros.
Hace poco leí un libro bastante conocido de Tim Ferriss que se llama “La semana laboral de cuatro horas” y que es un libro que me resistí a leer durante muchísimo tiempo porque asumí que era un paradigma de productividad al máximo y me pareció que en mi caso me iba a crear más auto exigencias.
Pero lo cierto es que ha sido un libro que me ha abierto los ojos de cara a tener más claridad aún sobre lo que es prioritario, sobre lo que puedo soltar o delegar, sobre lo que puedo hacer de manera más eficiente (en menos tiempo), y lo que puedo automatizar.
Ha sido un experimento en hacer una especie de análisis de significado en mi vida para identificar aquello a lo que le estoy dando mi tiempo y mi energía y tomar conciencia de así es como quiero vivir cada día. Ya sé que hay muchos aspectos que no dependen totalmente de nosotros (como por ejemplo el hecho de tener un hijo/a neurodiverso), pero hay muchos que sí. Muchos más de los que pensamos. Así que vamos a ello.
La premisa del libro es que hay cuatro pasos para organizar mejor nuestra vida cotidiana: definir, eliminar, automatizar y liberar. Es un esquema sencillo que nos permite evaluar y hacer un poquito de limpieza en torno a las rutinas y a los tiempos que empleamos haciendo qué actividades.
El primer paso es definir y esto es fundamental porque si no sabemos lo que queremos pues, como decía antes, iremos a la deriva, en plan reactivo en vez de con más planificación y preparación lo cual es además fundamental para nuestros hijos con autismo, TDAH y otras neurodiversidades.
¿Cómo empezamos a definir? Te voy a dar dos ejercicios prácticos.
El primero es hacer una evaluación de cómo empleamos nuestro tiempo en este momento: horas de trabajo, horas de colegio, horas de terapias, horas de otras actividades extracurriculares, horas de intendencia en casa, horas que se utilizan para la vida social, horas de entretenimiento, o digamos a las libres etc.
Algo que utilizo yo es un calendario múltiple que es un calendario de pared en el que aparecen varias columnas, una para cada miembro de la familia. Puede ser semanal o mensual. O en vez de columnas, puedes usar colores diferentes para cada uno.
Esto nos permite tener una visión global de nuestra semana e identificar los posibles conflictos y los posibles momentos de mayor tensión o de mayor estrés potencial. Así es más fácil que puedas llegar a identificar si hay demasiadas terapias un cierto día, si hay actividades extras que realmente sobrecargan demasiado a los hijos o a nosotras mismas, si hay momentos perdidos de espera por ejemplo en los que podrías estar adelantando ciertas cosas.
Desde ahí puedes ya incluso hacer reajustes sencillos, aunque no todo dependa de ti (obviamente hay temas de disponibilidad de terapeutas, obligaciones horarias de trabajo, etc). Además facilita la comunicación con tu pareja o cualquier otra persona que te ayude a diario.
El segundo ejercicio para tener mayor claridad es hacerte dos preguntas: qué 20 % de actividades de compromisos de rutinas me están causando el 80 % de mis problemas y de mi frustración o estrés? y la segunda pregunta que sería la otra cara de la moneda es que 20 % de actividades de compromisos de rutinas me están causando el 80 % de mi felicidad o de mi sensación de plenitud? Esto se conoce como la ley de Pareto o el principio del 80/20 y básicamente lo que dice es que el 20 % de las causas llevan al 80 % de los resultados en la mayor parte de los casos.
Esto se puede aplicar a muchas facetas de la vida y a mí me ha abierto mucho los ojos con respecto a en qué empleo mi tiempo y mi energía y que resultados me trae. O cuáles son las actividades que le traen el mayor beneficio a mi hijo. No te cuelgues demasiado con los números; no es tan importante el cuantificar un 20 un 80 además es muchas veces imposible.
Con esto simplemente te quiero indicar que cuando te pones a ver la lista de cosas y de actividades por ejemplo que realiza tu hijo te vas a dar cuenta que hay solo una o dos que realmente le están ayudando de verdad: que le gustan, que aprende, y que le ayudan por ejemplo a regularse sensorialmente y emocionalmente.
El punto aquí es que a menudo rellenamos nuestras vidas y las de nuestros hijos con mucha paja, como decimos en España. Con muchas actividades porque sí, sin pararnos a reflexionar sobre si son las adecuadas.
Un momento a la semana en el que se ve muy claramente la necesidad de definir es precisamente el fin de semana porque en principio son dos días libres a nivel escolar y laboral para nosotros y para nuestros hijos y muchas veces llegamos a los fines de semana sin un plan.
En nuestro caso es algo que nos ha costado llegar a darnos cuenta de que nuestro hijo funcionaba peor sin un plan y sin una estructura de tiempo de actividades. Entonces ahora hemos decidido que el sábado es el día en el que el realiza muchas actividades deportivas porque le gustan porque le vienen bien a nivel sensorial a nivel de integración psicomotora a muchos niveles. Y los domingos son días en los que hay más flexibilidad y podemos hacer actividades como familia por ejemplo ir a caminar o ir en bicicleta. Hemos de hecho definido que con nuestro tiempo libre como familia queremos estar en naturaleza queremos estar al aire libre lo máximo posible esto no tiene porqué ser así para ti y ni para tu familia.
El segundo paso es el más difícil desde el punto de vista emocional, que es eliminar. ¿Por qué es difícil?
Es importante entender, no solo con la cabeza sino también a nivel emocional, que dejar de hacer cosas, soltar, priorizar, supone HACER MENOS y esto nos puede costar. Podemos sentirnos con miedo a perdernos cosas, a que nuestros hijos se atrasen, a que ganemos menos, a que perdamos oportunidades. En definitiva, el famoso FOMO, Fear of Missing Out.
Pero hay que tener en cuenta que hay un punto óptimo, después del cual lo único que conseguimos es más cansancio y extenuación. Por eso es importante definir no solo lo que queremos hacer sino hasta qué punto lo queremos hacer y aquí es donde entra la eliminación.
3 ejercicios o maneras de eliminar: delegar, reducir, y simplificar
Delegar
A las madres, en particular, nos cuesta mucho soltar el control de ciertos aspectos en el hogar. Por ejemplo, las tareas de la casa. A menudo, a pesar de lo mucho que nos quejamos al respecto, nos resistimos a que otros recojan la cocina “porque no lo hacen bien” (y por bien, nos referimos a nuestros propios estándares de excelencia).
Simplemente te invito a que consideres si puedes dejar que otros te ayuden. Si esos otros son tus hijos y sobre todo tus hijos neurodiversos, recuerda que les estás dando la oportunidad de que aprendan habilidades cotidianas básicas y mejoren sus capacidades o habilidades de función ejecutiva.
En mi casa yo ya no pongo ni recojo la mesa, entre otras tareas. Lo hace mi hijo y/o mi marido. Ya es parte del ritual de comer. Si la mesa no está puesta, no se come. Ha llevado su tiempo, y todo un proceso de enseñar a mi hijo, no te lo voy a negar, pero merece totalmente la pena aunque al principio suponga un uso extra de nuestro tiempo.
Reducir.
Esto ya lo he comentado antes cuando hablaba de los planes sociales en fin de semana. Un ejemplo muy típico son las comidas o las comilonas familiares los domingos. No tienes porque eliminarlas del todo pero tal vez reducirlas sobre todo si son momentos de mucha tensión con tu hijo diferente.
Lo que más nos cuesta no es tanto el hecho de dejar de hacer algo, sino los sentimientos a menudo incómodos que eso nos produce. Sentimientos de que he/hemos fallado, que estamos decepcionando a alguien, que la eliminación va a ser para siempre (sobre todo cuando tiene que ver con nuestros hijos neurodiversos). Un ejemplo de esto es dejar de asistir a fiestas de cumpleaños si nuestros hijos no las llevan bien.
A menudo no queremos dejar de llevarles porque es casi como un mini duelo, pensamos que si no van ahora, nunca más recibirán invitaciones. Y esto no es así. Hijo deja puede estar pasando por una época de más estrés demás a mayor ansiedad o simplemente de mayor de regulación sensorial y en este momento y por la edad de sus coetáneos o por el tipo de fiestas que se dan pues no le viene bien asistir. Esto no quiere decir que tu hijo ya no vaya a estar nunca más aún en la fiesta de cumpleaños.
Tampoco quiere decir que la respuesta sea siempre eliminar al 100%. Siempre hay una tercera vía… que pueden ser muchas: 1) ir por un tiempo limitado (y explicar a tus hijos hasta cuando), 2) ir con uno solo y no los dos (cuando sea posible, claro), 3) averiguar antes de tiempo que tipo de entretenimiento va a haber en la fiesta y, si sabes que es demasiado estimulante para Mateo, pues de nuevo limitar el tiempo, 4) prepararle mucho antes con historias sociales (lo que se hace y cuando por ejemplo con la tarta..). Al final se trata de estar muy pendiente de sus señales y decidir cuándo es hora de irse por el beneficio suyo y tuyo (aunque haya que perderse la tarta o lo que sea).
Otro ejemplo muy típico es reducir el consumo de tecnología. Por ejemplo, yo no tengo las notificaciones habilitadas de mis e-mails para que me avisen en cuanto entra un e-mail. Sino que revisar mis e-mails los correos solo dos veces al día, solo dos veces al día, y de esa manera me ahorro muchísimo tiempo y me distraigo muchísimo menos.
Simplificar
Lo que más le cuesta a nuestros cerebros es sopesar muchas opciones para decidir. Por eso simplificar es reducir al máximo el tiempo que pasamos y que gastamos teniendo que considerar todas las opciones disponibles, que en nuestra vida contemporánea son muchas, para tomar una decisión.
Te pongo un ejemplo muy sencillo: la ropa que nos ponemos. Hábitos como mirar la previsión del tiempo la noche anterior y dejar fuera la ropa que nos vamos a poner son básicos, pero nos ahorran mucho tiempo y energía emocional en el momento a menudo estresante de la mañana cuando tenemos que preparar a los niños para salir a una hora. Los apoyos visuales les ayudan a ellos. Por ejemplo, hacer listas muy simplificadas de: hora a la que tienen que haber acabado desayunar, hora a la que tienen que estar vestidos, y una lista muy sencilla de cosas que pueden meter en su mochila.
Si quieres saber más de apoyos visuales, te invito a que escuches el episodio 56 de mi podcast en el que entrevisté a María Elena Del Río. De hecho los apoyos visuales son en sí mismos una simplificación de la realidad, y nos sirven tanto a nosotros como a nuestros hijos.
La tercera clave es automatizar (batching, hábitos, tecnologías), es decir hacer aquellas tareas que no podemos o queremos eliminar de manera más eficaz y eficiente. ¿Cómo? Con 3 aspectos: lo que se llama batching (que es básicamente agrupar tareas similares o repetitivas), cambio de hábitos, y aprovechar las tecnologías.
Con el batching, te voy a poner otro ejemplo muy típico: la planificación de comidas. Yo desde hace un año solo planifico una vez al mes las comidas principales de cada día. Utilizo un calendario mensual que me lleva media hora montar. Y luego tan solo tengo que tener en cuenta las comidas de cada semana para hacer una compra semanal. De esta manera me ahorro MUCHO tiempo. He simplificado al máximo: los desayunos son más o menos iguales, las comidas también (sobras del día anterior, ensaladas o bocadillos) y las cenas (que son nuestra comida principal del día) son las únicas a las que les pongo más atención.
De esta manera he incrementado la variación, la variedad de los ingredientes y de las comidas, teniendo en cuenta la época del año y lo que está en temporada. Además, al cabo de los 12 meses, ya tengo menús de comidas listos para volver a usar al año siguiente.
Para darme más flexibilidad, dejo 1 día a la semana vacío por si salimos a cenar, o comer sobras congeladas. De nuevo estos menús los puedes guardar, o los puedes adaptar, y de esta manera no vas a tener que volver a pasar horas pensando qué haces de comer o de cenar.
Sobre el cambio de hábitos para automatizar por ejemplo, la organización de tu ejercicio físico o lo que sea en tu vida diaria.
Y con el tema de las tecnologías, te invito a que seas tú la jefa y no al revés. Aprovecha los avances tecnológicos que te permiten por ejemplo programar la lavadora, o el lavaplatos con antelación, o dejar comida cocinando en el InstaPot o en hornos programables.
Todo aquello que te libere de tener que estar TÚ misma pendiente y por lo tanto usando un tiempo que podrías dedicar a otras cosas. Pedir la compra online, sacar libros digitalmente de la biblioteca sin tener que desplazarte hasta allí (aunque a mí por ejemplo, me gusta más ir)… hay un número cada vez mayor de facilidades tecnológicas que nos permiten ahorrar tiempo, energía y a veces hasta dinero.
Yo últimamente hasta me he comprado un aspirador-robot programable que aspira la planta baja de mi casa cada mañana a la misma hora, esté yo en casa o no. Pero por favor no dejes que la tecnología te esclavice. Esto se aplica particularmente a nuestro uso del teléfono móvil. Ten en cuenta que están diseñados para ser adictivos, y aunque tú vayas a tu móvil para mirar algo muy concreto, lo más probable es que te distraigas y empieces a mirar otras cosas. De nuevo puedes utilizar la propia tecnología para poner límites al uso que haces de esa tecnología. Muchísimos móviles tienen ya incorporados apps o software que te permite monitorear tu uso o poner límites a ciertas aplicaciones como por ejemplo las redes sociales.
Vale y la cuarta clave es la liberación. Y aquí realmente está el núcleo de la cuestión: para qué queremos organizarnos mejor que vamos a hacer con el tiempo que recuperamos como lo vamos a emplear tanto para encontrar momentos de autocuidado para nosotros mismos como para conectar jugar pasar más tiempo de presencia con nuestros hijos neurodiversos.
Porque el riesgo y lo que suele pasar es que rellenamos el tiempo que hemos ganado por todos estos avances tecnológicos y por las facilidades que tenemos ahora comparado con hace 100 años a nivel de la logística diaria de nuestras vidas, rellenamos estos momentos con o bien más trabajo o bien con distracciones con adicciones (como las redes sociales).
Por eso esto es como la pescadilla que se muerde la cola, acabamos liberándonos para volver a definir. Definir que queremos hacer con esos minutos o esa hora y media extra que hemos podido conseguir por esta restructuración de nuestros días. Volvemos al principio.
Qué queremos hacer con este tiempo.
Porque la paradoja es que muchas veces llenamos nuestros calendarios, nuestras agendas nuestros días y los de nuestros hijos precisamente para evitar el tiempo libre, precisamente para evitar los ratos para leídos, precisamente para evitar tener que afrontar esos momentos de conexión que a veces se dificultan tanto con nuestros hijos neuro diversos.
Y hoy me quiero despedir invitándote a que consideres de nuevo para que para que me quiero organizar mejor para que quiero tener más tiempo en mi día a día para que quiero tener más energía día tras día solo tú puedes contestar a estas preguntas de una manera que tenga sentido auténtico para ti así que te recuerdo los pasos o las claves para llegar a una mejor organización consentido con conciencia en tu vida como madre o padre de un hijo neuro diverso y son:
define: planifica tu semana y la de todos en casa y usa el principio del 20/80 para priorizar,
elimina: delega, reduce y simplifica
automatiza: batching, hábitos y tecnologías,
y, finalmente, libérate. Esa definición de cómo queremos vivir nuestra vida y nuestra maternidad.
Conciliación profesional y familiar
Hablo con la mujer todoterreno que es Tati Luis, madre de un niño con autismo, profesional de la imagen corporativa, y facilitadora certificada en disciplina positiva con enfoque en el autismo y la gestión emocional. Desde su experiencia personal y profesional en todos los ámbitos en los que opera, charlamos con total franqueza sobre esa quimera que todos buscamos a diario (sobre todo las madres): la conciliación laboral y familiar.
Hablo con la mujer todoterreno que es Tati Luis, madre de un niño con autismo, profesional de la imagen corporativa, y facilitadora certificada en disciplina positiva con enfoque en el autismo y la gestión emocional. Desde su experiencia personal y profesional en todos los ámbitos en los que opera, charlamos con total franqueza sobre esa quimera que todos buscamos a diario (sobre todo las madres): la conciliación laboral y familiar.
¡Escúchala aquí!
Precisamente sobre este tema tan importante hablo con Pilar Londoño, fundadora de Casazul Colombia y madre de un hijo con autismo. Pilar se ha formado en varios abordajes terapéuticos como RDI y gestión emocional para, desde el empoderamiento y la capacitación a los padres, fomentar la conexión, el aprendizaje y la toma de decisiones que impacten positivamente la calidad de vida de todos en la familia.
En esta charla hablamos de:
El mito de mantener el ritmo en todas las áreas de la vida
Los dos principales obstáculos en la conciliación
La auto-exigencia de la super-woman
El proceso de deshacer expectativas
La importancia de conocer tus puntos de dolor para cambiar
Agendar tiempo de descanso y limitar la Multi-tarea
Si quieres conocer más del trabajo de apoyo de Tati a familias de hijos neurodiversos visita www.tatiluis.com y su cuenta en Instagram @tatiluis.
Cambia tus hábitos, cambia tu vida
Te cuento por qué las rutinas son importantes de cara a nuestra maternidad diferente y cómo realizar sutiles y pequeños cambios que nos llevan a sentirnos mejor a la larga. ¡Y además a enfocarnos en lo que realmente es importante para nosotras y para nuestra familia!
Te doy 4 claves en base al libro Hábitos Atómicos de James Clear. Unas claves que yo misma estoy probando en mi vida y que me han llevado a un mayor grado de presencia con cómo empleo mis dos bienes más preciados: mi tiempo y mi energía.
Te cuento por qué las rutinas son importantes de cara a nuestra maternidad diferente y cómo realizar sutiles y pequeños cambios que nos llevan a sentirnos mejor a la larga. ¡Y además a enfocarnos en lo que realmente es importante para nosotras y para nuestra familia!
Te doy 4 claves en base al libro Hábitos Atómicos de James Clear. Unas claves que yo misma estoy probando en mi vida y que me han llevado a un mayor grado de presencia con cómo empleo mis dos bienes más preciados: mi tiempo y mi energía.
¡Y lo más importante! Como hacer estos cambios sin culpa, sin auto exigencias, sin perfeccionismos y sin ir “en contra” de nosotras mismas. Porque no se trata de ser otra persona, se trata ponérnoslo fácil.
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
Hoy te quiero hablar del tema de los hábitos y de la palanca que suponen para realizar cambios transformadores en tu vida, y por extensión, en la vida de tu hijo/a y tu familia.
Es un tema fundamental porque muchas veces entendemos a nivel cognitivo el hecho de que nuestra vida cotidiana está llena de actividades que repetimos a diario. Y sin embargo no hacemos el vínculo entre nuestros hábitos y nuestros resultados.
Creemos que las cosas salen así pues…. Porque salen así. Por mala suerte, o buena suerte, o por nuestra personalidad, porque algo se nos da bien (o mal), o por las decisiones de otras personas. Y, claro, todos estos factores (muchos de los cuales no están bajo nuestro control) pueden tener un papel. Pero al final, como dijo Ghandi:
Tus creencias se convierten en tus pensamientos
Tus pensamientos se convierten en tus palabras
Tus palabras se convierten en tus acciones
Tus acciones se convierten en tus hábitos
Tus hábitos se convierten en tu carácter
Tu carácter se convierte en tu destino
Hoy te quiero hablar sobre cómo funcionan los hábitos, esos comportamientos repetitivos de nuestras vidas, por qué parecen tan difíciles de cambiar y cómo podemos hacerlo. Para que tu destino está a merced de hábitos que eliges tú, y no de hábitos que tienes por inercia.
Y aquí, dos aclaraciones importantes: 1) se trata de poner el foco en lo positivo, en lo que queremos o queremos MAS en nuestra vida, no en lo que no queremos, y 2) enfocarnos en lo que está en nuestras manos. Porque no se trata de caer en el patrón de la queja, que ya sabemos que nos deja medio tirados por el camino. Sino que se trata de empoderarnos, de saber, de creer y de sentir que todos estos deseos dependen de un cambio en nuestra mentalidad y sobre todo en nuestros hábitos, en nuestros comportamientos.
Vale, a lo mejor te preguntarás: y esto ¿qué tiene que ver con mi maternidad o paternidad diferente? ¿Cómo va a ayudar esto a mi hijo o hija neurodiverso?
De varias maneras:
1. Los hábitos son importantes porque nos ahorran tiempo y, sobre todo, energía mental. Ten en cuenta que los hábitos son comportamientos automáticos que repetimos sin pensarlo mucho. Si tus hábitos te ayudan a conseguir esa calidad de vida que buscas, no sólo estarás más cerca de conseguirla, sino que además te ahorrarás mucho estrés, perdida de tiempo, indecisión, agobio, y falta de claridad. ¿Quién se beneficia de esto a parte de ti? Exacto, tu hijo o hija y el resto de tus seres queridos. Con mejores hábitos tendrás no solo mejores comportamientos de cara a tu salud, o a tus finanzas, o a tu planeación, sino que también tendrás mayor bienestar que regalar a los tuyos.
2. Porque como padres estamos, nos demos cuenta o no, dando pautas de comportamiento a nuestros hijos. Si somos modelos de auto-cuidado estamos demostrando a nuestros hijos que cuidarse es importante, que respetar las necesidades propias y ajenas es importante, que es crucial poner en marcha hábitos saludables para cuidarse regularmente. Cuando tus hijos vean que te cuidas a todos los niveles, no solo les demuestras que es compatible con cuidar de ellos, sino que además les animas a que sean responsables de su propio bienestar también, independientemente de su nivel de desarrollo. Te verán hacerlo (además de que lo puedes hacer explícito y explicarles el por qué de ciertos comportamientos) y por lo tanto consciente o inconscientemente lo integrarán.
Y, atención, por este mismo proceso ocurre de manera reversa. Es decir, nuestros hijos, sean neurotípicos o tengan neurodiferencias, también ‘absorben’ nuestros malos hábitos - da igual cuantas veces les digas que recojan su habitación, si ellos no te ven a ti recoger la casa nunca, o te ven dejar las cosas por cualquier lado según entras en casa, pues es poco probable que sean personas con hábitos ordenados.
3. Aquí también es fundamental entender que ni nuestros hijos ni nosotros SOMOS ordenados o desordenados por naturaleza, o gastadores o avaros con el dinero por ejemplo… sino que TENEMOS hábitos de organización o no, o que tenemos ciertos hábitos financieros. Hay una diferencia entre SER y HACER, y los hábitos son una serie de “haceres” de comportamientos que se han solidificado en nuestras vidas y con los que nos identificamos.
En el caso de nuestros hijos neurodiversos, hay una capa más que tiene que ver con su capacidad de aprendizaje y con los prerrequisitos para aprender ciertos comportamientos (por ejemplo, cuando hay fallos en la función ejecutiva de muchos niños con autismo o con TDAH, hay mayores dificultades para la organización, la secuenciación y la realización de tareas). Pero todo esto se puede trabajar de manera explícita y de hecho los apoyos visuales son cruciales para ayudarNOS y ayudar a nuestros hijos a aprender los pasos que les van a llevar a crear mejores hábitos.
Si aún no has escuchado el episodio 56 en el que hablo de los apoyos visuales con Maria Elena del Rio, te recomiendo que lo hagas. Poner el enfoque en los comportamientos y en los requisitos para llevar a cabo estos comportamientos nos ayuda a empoderarnos con nuestros hijos diferentes y a dejar el victimismo de lado.
Te lo vuelvo a repetir porque es importante. TÚ eres la suma de tus comportamientos.
Entender cómo se crean los hábitos nos da libertad y poder, pero sobre todo nos aleja de esa visión determinista de “yo soy así”. ¿Has oído hablar de la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento? Con la primera, que es la más común, nos vemos como entidades fijas, es el yo soy así, o por ponerte el típico ejemplo “a mi no sé me da bien dibujar o pintar con mi hijo”.
Y con la mentalidad de crecimiento apreciamos que somos seres en constante evolución, que nuestro cerebro no deja nunca de aprender, y que, volviendo al ejemplo de antes “yo no he desarrollado aún mis habilidades creativas”.
El hábito, en este caso, te ayuda a desarrollarlas. ¿Cómo? Dándote el tiempo, el espacio y la intención de probar. De repetir. De, en ese mismo proceso de llevar a cabo esa actividad, ser la persona que quieres llegar a ser. La que tiene esos comportamientos. Es decir, cualquier cosa en ti o en tu vida que veas como defectuosa, o que quieras cambiar no es una falta tuya intrínseca, no es un defecto. Es simplemente un área que aún no has probado o en la que tienes hábitos negativos, hábitos que te alejan de lo que quieres experimentar, del tipo de persona que quieres ser. Porque los hábitos crean identidad.
Vale, entonces ¿cómo cambiamos nuestros hábitos o creamos aquellos que nos van a servir mejor, a nosotros y a nuestros hijos?
Aquí te presento un proceso sencillo basado en el libro Atomic Habits de James Clear.
Lo primero y más importante es que empieces con pequeños, pequeñísimos cambios. De lo que se trata es de ir sumando comportamientos nuevos (o modificados) en pequeños incrementos.
Al principio tal vez no verás mucha diferencia, pero llega un punto por el efecto compuesto que los cambios serán evidentes. De esta manera evitas los agobios y los objetivos demasiado ambiciosos. Siguiendo con el ejemplo de la organización en casa, tu pequeño nuevo hábito es guardar tu abrigo según entras por la puerta.
Cuando esto se vuelva automático tu mente utilizará muchísima menos energía en realizar esta tarea y por lo tanto tendrán más energía disponible para por ejemplo empezar a recoger otras áreas en tu casa u otros tipo de actividades de organización en tu casa.
Según James Clear en su libro hay cuatro leyes de cambio de comportamientos que son como un conjunto de reglas muy sencillas para crear mejores hábitos y son: la primera hazlo obvio la segunda hazlo atractivo la tercera hazlo fácil y la cuarta hazlo satisfactorio. Vamos una a una.
a. Que sea obvio
Siempre ayuda empezar por darte cuenta de los hábitos que tienes ahora en tu vida y preguntarte con total honestidad si te ayudan o no a vivir como quieres. Cosas cómo qué hago por la mañana, o por la noche? Tengo una rutina que me sirve? ¿Qué pasos tiene? Sobra o falta alguno? Estos son momentos del día en los que solemos operar en piloto automático y tal vez puedas encontrar cosas que cambiar por ahí. Para hacer un hábito obvio tenemos que crear un anclaje es decir tenemos que crear una asociación y esto se puede hacer de varias maneras. Se puede hacer mediante la localización, el lugar y la hora en el que vas a realizar ese hábito. Ejemplo: las clases o las actividades fijas crean hábitos de manera externa. Cada vez que mi hijo esté en la terapeuta ocupacional, yo voy a revisar mi correo electrónico. O voy a leer un libro.
También se puede hacer mediante el vínculo de un hábito a otro esto es muy eficaz y es la manera que mejor me funciona a mí. Es decir “después de realizar X hábito, voy a realizar Z hábito”. Ejemplo: ‘después de ponerme el café a media mañana, cierro los ojos y respiro 10 veces conscientemente’. O te cuento un hábito que implementamos con mi familia desde hace 2 años: la gratitud al sentarnos a comer. O “al acabar de cenar, cada uno guarda su plato en el lavavajillas”.
Y finalmente podemos hacer el hábito obvio mediante el entorno. El uso de apoyos visuales para niños y para adultos.
b. Que sea atractivo
Básicamente aquí se trata de “engañar” a nuestro cerebro para que se suelte la dopamina en ese bucle que hace que queramos repetir esas acciones por cómo nos hacen sentir.
Entonces una manera es juntar los hábitos que quieres hacer con los hábitos que necesitas hacer o qué crees un ritual de motivación en el que haces algo que te encanta y inmediatamente antes de hacer algo que no te encanta tanto. Sería una formula asi: primero hago un hábito que ya tengo, luego uno nuevo que he decidido realizar y finalmente uno que me gusta.
Ejemplos? Después de dejar a mi hijo en su terapia (algo que ya haces), voy a estirar mi cuerpo o a tomar unas respiraciones conscientes (algo que quieres hacer) y después (solo después) voy a mirar instagram. Que pasa con esto? Pues que ahí ya has metido un hábito nuevo que es el hábito de la respiración consciente o de los estiramientos corporales para conectar con tu cuerpo que además te trae en conexión con el presente con el momento presente con el aquí ahora que es básicamente mindfulness.
Para que luego no digamos que no tenemos tiempo para el mindfulness.
Siempre hay tiempo y yo también siempre digo que uno de los mejores momentos para practicar mindfulness para practicar algo tan sencillo como una respiraciones conscientes es justamente en la transición entre un hábito y otro entre una actividad y otra.
c. Que sea fáciles
No nos lo pongamos difíciles porque de esa manera no vamos a conseguir implementar hábitos nuevos. Los humanos funcionamos con la “ley del menor esfuerzo” esto es así y no es negativo, malo o nos hace vagos.
Es una estrategia del cerebro para ahorrar energía. Hay que reducir la fricción hay que reducir esa dificultad y en mi caso te sugiero que reduzcas el número de pasos que tienes que realizar para llegar a ese hábito es decir que te lo pongas fácil. ¿Como? Preparación y simplificación. primero prepara tu medio ambiente. Ejemplo: ¿quieres comer más sano? Compra verduras preparadas que te sea fácil cocinar o incluso comer crudas. O prepara fruta por adelantado. O simplemente dejar un gran bowl de fruta sobre tu encimera con fruta que se pueda comer sin mucha preparación (plátanos, manzanas, mandarinas, uvas etc). Segundo simplifica tus opciones a elegir.
Aquí entra la regla de los dos minutos que a mí me encanta y básicamente dice algo lo puedes hacer en dos minutos o menos hazlo ya de esa manera no estás posponiendo cosas que son sencillas de hacer y que al cabo de un tiempo se van a volver a automáticas como por ejemplo ir recogiendo según vas creando desorden. En realidad esto tiene que ver con desmenuzar los pasos de una actividad y empezar siempre por lo más sencillo y más rápido e ir creciendo poco a poco desde ahí. Cuando nosotros le enseñamos a lavarse las manos a nuestro hijo Adrián empezamos desmenuzando todos los pasos y enseñándole paso a paso primero, encender el grifo.
Segundo, cómo mojarse las manos.
Tercero como enjabonarse. Cuarto como frotarse las manos en jabonadas.
Cinco cómo aclararse las manos.
Seis Cómo secarse las manos. Todos lo que hacemos tiene varios pasos por ejemplo salir a correr conlleva toda una serie de pasos previos. El problema es que queremos ya salir a correr una maratón.
Y aquí lo que se trata es de empezar poco a poco.
Antes de salir a correr por ejemplo tienes que ponerte las zapatillas.
Las zapatillas pueden estar al lado de la puerta.
A esa manera te recuerdas que tienes la intención de correr.
Y el primer día tal vez solo corres cinco minutos.
Así vamos poco a poco construyendo un hábito de salir a correr.
d. Que sea satisfactorios
Y finalmente la cuarta regla es que sean satisfactorios que esos hábitos te acerquen a ese estilo de vida que quieres vivir a esa persona que quieres ser. Así que no dejes de utilizar los refuerzos prémiate por esos hábitos nuevos que estás implementando. De nuevo entiende que el hábito es simplemente un camino que te lleva a ser de una cierta manera a tener un cierto comportamiento y a sentirte de una cierta manera en tu propia vida.
Por ejemplo, la meditación es un hábito para sentirte más centrada, más tranquila, más en paz contigo misma y con tu vida. El objetivo no es la meditación, el objetivo es cómo te quieres sentir: en paz o tranquila. Básicamente la regla cardinal del cambio de comportamiento es: lo que tiene un premio inmediato se va a repetir y lo que tiene un castigo inmediato se va a evitar.
Esto no es determinista, es parte de nuestra naturaleza humana y no solo humana los animales también actúan así. Evitando el dolor y buscando el placer. Lo primero inhibe la repetición de ese comportamiento y lo segundo refuerza la repetición de ese comportamiento. Usa esto a tu ventaja.
Y ojo, porque a veces utilizamos hábitos negativos un poco saludables precisamente por el placer inmediato que nos dan y aquí es muy interesante, el documento del autor en su libro que el cerebro sobrestima el peligro de algo que parece un desafío inmediato pero que realmente no va a ocurrir como por ejemplo pues que se caiga el avión en el que vas cuando hay turbulencia sin embargo subestima lo que parece un peligro más lejano pero que de hecho tiene más posibilidades de pasar como por ejemplo la acumulación regular y constante de grasa en tu cuerpo después de comer otras años de comer comida poco saludable el hecho de que tus músculos vana de caer en salud después de estar muchos días muchos meses muchos años sentado enfrente de una computadora sin hacer ejercicio y por ejemplo el hecho de que las casas que en las que no hay un hábito de orden siempre acaban desordenadas independientemente de que las organices una vez cada dos meses. Y todo esto SÍ que tiene un impacto acumulativo sobre la calidad de nuestras vidas.
Así que, cuando vayas a agarrar ese helado del congelador pregúntate en este momento si esto no supone un riesgo para mi salud pero ¿qué va a pasar dentro de X años cuando esté con sobrepeso?
Y finalmente contarte que también es importante implementar hábitos que no sean ni demasiado difíciles ni demasiado fáciles tenemos que encontrar un punto óptimo ideal de desafío y al mismo tiempo de satisfacción para ver que estamos haciendo algo diferente y algo que nos está haciendo crecer como personas en nuestras decisiones nuestros comportamientos diarios pero que no sean objetivos y realistas o demasiado ambiciosos que nos hagan perder la motivación muy pronto.
Así que te repito de nuevo las cuatro reglas para hacer el cambio de hábitos algo más fácil es hacerlo obvio hacerlo atractivo hacerlo fácil y hacerlo satisfactorio espero que este episodio te haya dado algunas claves con las que hayas hecho clic y que puedas aplicar en tu vida desde ya te invito sobre todo a que reflexiones sobre el tipo de hábitos que tienes en ciertos momentos de tu día yo es algo que he hecho después de leer el libro de James Clear y que me ha ayudado a cambiar sobre todo en mi rutina matutina cuando me siento frente al ordenador a empezar a trabajar y el objetivo no es estos nuevos hábitos o esta nueva rutina sino como me siento al afrontar mi día de trabajo y también como integro al mindfulness en mi día de trabajo.
¡No tengo tiempo para nada!
¿Piensas a menudo “No me da la vida”? Las madres, sobre todo, nos sentimos prisioneras de esta creencia de que nos falta el tiempo. Pero no es el tiempo que tienes (es igual para todos) sino lo que haces (o no) con él. El tiempo no se tiene, el tiempo se utiliza. En este post vamos a desmontar pieza a pieza esta creencia de que el tiempo es nuestro enemigo numero 1.
¿Piensas a menudo “No me da la vida”? Las madres, sobre todo, nos sentimos prisioneras de esta creencia de que nos falta el tiempo. Pero no es el tiempo que tienes (es igual para todos) sino lo que haces (o no) con él. El tiempo no se tiene, el tiempo se utiliza. En este post vamos a desmontar pieza a pieza esta creencia de que el tiempo es nuestro enemigo numero 1.
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
El “No tengo tiempo" es una de las excusas (o razones) que más frecuentemente oigo de mamás para TODO. Y cuando nuestros hijos tienen necesidades específicas o neurodiferencias como autismo, TDAH, Down, AACC o alta sensibilidad.... ¡uf! El "no tengo tiempo" es casi un mantra que vamos repitiendo a lo largo del día. No me puedo cuidar porque no tengo tiempo, no puedo hacer un curso o asistir a un evento que me interesa (para mí o incluso para mi hijo y sus necesidades) porque no tengo tiempo. Incluso cosas como “no puedo jugar con mi hijo porque no tengo tiempo”.
Pero el tiempo es el mismo para todos. Son 24 horas al día para ti, para mí, y para el Papa. Claro, ¡pero no todo el mundo tiene las responsabilidades o las dificultades que yo!
Hmm, yo diría que el único secreto de la gestión de tiempo (aparte de algunas indicaciones prácticas para organizarse mejor) no es lo "libre" que estemos, sino las decisiones que tomamos sobre cómo usar ese tiempo que se nos da por igual a todos.
Antes de ser madre, también pensaba que me faltaba el tiempo.... ¡Ahora lo recuerdo y me río de mi ingenuidad!
Pero, ojo, porque muchas veces también pensamos que “cuando mi hijo esté en la escuela” o “si tan solo se entretuviera jugando sola”… aquí te recuerdo que TODO tu tiempo es tuyo. Tu eres la única persona con la que vas a pasar todos los días de tu vida y todos los momentos de tu vida son tuyos aunque no lo parezcan.
Aquí es donde entra la mente y nos hace pensar: “este momento es menos valioso que este otro”. Porque, por ejemplo, no puedo decidir exactamente lo que quiero hacer si estamos por ejemplo atendiendo a nuestros hijos, o jugando con nuestros hijos, o haciendo terapias con nuestros hijos y tenemos que seguir un guión establecido. Bueno, pero esos minutos en los que estás con tus hijos o estás en la cola del supermercado también forman parte de tu vida, también son tuyos.
Puedes aprovecharlos para practicar el autoconocimiento, para darte cuenta de cómo te sientes, de que pensamientos estás teniendo, de qué expectativas estás teniendo en torno a esa situación o con respecto a tus hijos. Puedes utilizarlos también para cuidar de ti misma, para escucharte y ver lo que estás diciendo sobre lo que necesitas en ese momento, para usar el humor o el juego para levantar tu propio ánimo.
Y también puedes usar estos momentos para la conexión con tus hijos porque esos momentos nimios o aburridos o fueren como sean (independientemente de que tu hijo te esté prestando atención son momentos que de hecho compartes con tu hijo).
Es un momento en el que puedes observar todo a tu alterador, soltando juicios, y viéndolos moverse como si fuera la primera vez. Con todo el amor y la presencia. Usar tus 5 sentidos para conectar con tu hijo con el que compartes tiempo y espacio. Es un momento muy preciado porque nunca va a volver. Así que dale la vuelta a la tortilla y recuperadlos, porque siempre están ahí.
Otra excusa o razón que solemos usar con esto del tiempo es que “mucho en mi vida no depende de mí”. Vale, pero aun tienes muchos momentos que sí, como comentaba antes sobre el tiempo que pasas con tus hijos o incluso esperando en la cole del super, o en las terapias de tu hijo. Puede que preferirías estar en otro lugar, pero ese tiempo sigue siendo tuyo para usarlo como quieras.
Claves para dejar de sentirnos víctimas de la falta de tiempo
1. No es una cuestión de tiempo, sino de mentalidad.
Como con la mayoría de nuestras excusas, no es lo que tienes o dejar de tener, es como tu mente lo interpreta. Y esto tiene que ver con toda una serie de factores, y la mayoría son inconscientes (creencias familiares, culturales, experiencias propias y ajenas anteriores, lealtades inconscientes a las experiencias de otras personas, y largo etc.). La relación con el tiempo NO ES NEUTRA, ni siquiera cuando el tiempo te sobra (como lo hacía para mi en ciertos momentos, antes de ser madre).
2. La gestión del tiempo es sobre todo la gestión de nuestra energía.
3. La calidad de tus decisiones, no el tiempo que tienes, es lo que define tu día.
Pero también el “trabajo para no estar”, “no paro para no tener que afrontar mi propio dolor”.
4. No se trata de hacer más, sino de hacer lo más importante
Para gestionar mejor tu tiempo has de soltar expectativas y compromisos. Porque si no es como un cajón, que tiene unas dimensiones concretas (en el caso del día, 24 hora que son menos si queremos dormir). Y no podemos seguir metiendo cosas en ese cajón. Llega un momento en el que no caben.
5. Hay que priorizar y soltar
6. Practica decir “no” a tareas y compromisos (o delega, o pospón) y ten en cuenta tus necesidades.
7. Sé realista y no te exijas tanto.
Espero que este episodio te haya aportado algunas ideas útiles sobre cómo te relacionas con tu tiempo ahora y que necesitas cambiar.
Apoyos visuales
Hablo con María Elena Del Río, mamá de un hijo con TEA y especialista en el uso de los apoyos visuales. Estos son uno de los apoyos más eficaces de cara a muchas neurodiversidades y diferencias de aprendizaje.
Hablo con María Elena Del Río, mamá de un hijo con TEA y especialista en el uso de los apoyos visuales. Estos son uno de los apoyos más eficaces de cara a muchas neurodiversidades y diferencias de aprendizaje.
¡Escúchala aquí!
En esta charla fascinante hablamos de:
Por qué usar apoyos visuales
Qué son: más allá de pictogramas
Proceso de aceptación de los padres de su uso e importancia en el desarrollo de nuestros hijos
Cómo ayudan con los 4 retos mentalistas del autismo
Cómo usarlos y la evolución de lo concreto a lo abstracto
Mitos y falsedades en su uso
Recomendaciones prácticas
Dónde encontrar más info
Además, de manera totalmente gratuita te puedes descargar un Manual para Padres que ha preparado María Elena con mucho cariño y esmero aquí:
https://drive.google.com/file/d/1YQZTyGITpKUFI7bUeQipu4wPHYdYG28r/view
Puedes seguir el fantástico trabajo de divulgación de Maria Elena en instagram @medriosan
Mencionamos:
La web https://arasaac.org donde te puedes descargar muchísimos recursos de apoyos visuales
Anabel Cornago de la webhttps://elsonidodelahierbaelcrecer.blogspot.com
El libro de Temple Grandin “Pensar con imágenes: mi vida con el autismo”
Salud integral familiar
En esta charla con la Dra. Ana Orozco, médico especialista en medicina funcional y madre de un hijo con autismo, hablamos de los factores que nos afectan a la salud y que van más allá de la sintomatología física: estrés, cansancio, malos hábitos, etc.
En esta charla con la Dra. Ana Orozco, médico especialista en medicina funcional y madre de un hijo con autismo, hablamos de los factores que nos afectan a la salud y que van más allá de la sintomatología física: estrés, cansancio, malos hábitos, etc.
¡Escúchala aquí!
También tratamos temas importantes para un acercamiento más integral hacia la salud propia y de nuestra familia: factores emocionales y conflictos no resueltos, eficacia y seguridad de los tratamientos biomédicos para nuestros hijos, medicina alternativa y el futuro de la medicina tradicional.
Te dejo aquí los principales puntos de nuestra conversación:
3:00 Qué es la medicina funcional
7:35 El impacto del estrés en nuestra salud
12:20 El sistema parasimpático
15:45 El papel de la culpa y la importancia de la confianza
21:10 Los miedos no racionales y no conscientes
28:25 Criterios para tratamientos alternativos para nuestros hijos
32:35 Fundamental conocer bien a nuestro hijos y como les afectan diferentes aspectos
38:55 El futuro de la medicina convencional y el papel de los médicos en las neurodiversidades
42:05 Incongruencia entre lo que los médicos predican y como viven sus propias vidas
45:35 Despedida y contacto
Para más información sobre el trabajo de la Dra. Orozco:
www.anaorozcomd.com
Instagram: @draanaorozco
Facebook: @draanaorozco
Email: ana@anaorozcomd.com
Meditación y mindfulness para padres
En esta entrevista me acompaña Mar del Cerro, guía de meditación y creadora de Medita Podcast, un programa gratuito con más de 2 millones de descargas. En esta charla hablamos sobre desafíos y recomendaciones específicas de meditación y mindfulness para los papás y mamás de hijos diferentes.
En esta entrevista me acompaña Mar del Cerro, guía de meditación y creadora de Medita Podcast, un programa gratuito con más de 2 millones de descargas. En esta charla hablamos sobre desafíos y recomendaciones específicas de meditación y mindfulness para los papás y mamás de hijos diferentes.
¡Escúchala aquí!
Aquí tienes los puntos principales de nuestra conversación:
1:40 Presentación de Mar y su trabajo
3:20 Beneficios del escaneo corporal y la meditación desde niños
8:15 “Para llegar a los niños, hay que empoderar a los padres con herramientas sencillas, prácticas y fáciles de implementar”
11:00 Diferencias entre mindfulness y meditación
19:15 Ni uno ni otro son pastillas mágicas para eliminar el estrés del todo
21:32 “No tengo tiempo”: consejos prácticos
29:00 El poder real de las pausas para cambiar cualquier situación
30:00 “La meditación y el mindfulness son una fábrica de tiempo”
36:27 “Esto no me va a cambiar nada” o “Mi hijo no es capaz”
39:06 ¿Cómo te puede ayudar esto? Es una herramienta más
42:40 Despierta tu curiosidad y la de tus hijos: consejos prácticos
43:00 Qué hacer con las interrupciones de nuestros hijos
45:30 Recomendaciones para principiantes
47:22 Recomendaciones para padres que lo han intentado antes pero no les ha funcionado
51:50 Recomendaciones para padres que meditan pero quieren llevarlo a la familia
56:15 Dónde encontrar a Mar y todo sobre su nuevo curso “Mamá y Papá Mindful”
¡Estoy exhausta!
Te doy algunas pautas para hacer dos tipos de ajustes en tu vida: ajustes internos (soltar los "debería") y externos (soltar las tareas menos importantes). Al final, el cansancio es un mensaje de tu cuerpo que te pide que bajes el ritmo.
Te doy algunas pautas para hacer dos tipos de ajustes en tu vida: ajustes internos (soltar los "debería") y externos (soltar las tareas menos importantes). Al final, el cansancio es un mensaje de tu cuerpo que te pide que bajes el ritmo.
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
Ajuste interno
Cuando tenemos demasiados “deberías” no estamos presentes con nuestras necesidades ni, paradójicamente, con las de nuestros hijos. Estamos en el futuro, y en una mentalidad autocrítica enfocándonos en todo lo que no hemos hecho.
Muchas veces, nuestra reacción inmediata es añadir más cosas a la lista… yo misma lo hago, me siento y digo Uf es que no llegó porque no tengo claridad. Entonces empiezo a hacer listas. Esto es super típico en mí y es una señal de que estoy en modo “control”.
Para ti puede que sea diferente. Puede que en vez de ponerte a hacer listas, te pongas a gritarle a los de la casa ‘no has hecho esto’, no has hecho lo otro’ (bueno, eso también lo hago yo, para serte sincera), o te pongas nerviosa a hacer mil cosas a la vez, los típicos malabarismos o multitasking de las madre y padres.
Y así, ni las cosas salen bien, ni puedes disfrutar tampoco. Porque añadir más tareas a una lista interminable no es sostenible. Al final el día tiene las horas que tiene y tu tienes la energía que tienes. Ambos, energía y tiempo, son finitos.
Entonces, el primer paso es darse cuenta de cuando estas en los “debería” y cuales son tus gatillos para entrar en esa mentalidad hiper-crítica. Pues esa mentalidad es lo que nos cansa.
Respira conscientemente. Mueve el cuerpo con alegría. Tomate micro pausas con y sin tus hijos, aunque sean en el baño.
Ten una buena higiene del sueño. ¡Duerme más que antes!
Recuerda que esto también pasará. Ajusta tus expectativas, que es lo único que puedes controlar en una situación de incertidumbre.
Ajuste externo
Suelta
Deja de hacer tareas igual que antes, o no con los mismos estándares (esto se aplica por igual al trabajo en línea que a la organización de la casa).
Priorizar
¿Pero cómo dejamos espacio cuando no sabemos que tenemos en la agenda? Hacer un mapa mental. Diagrama usando representación de imágenes, dibujos para extraer información, para organizarnos, para tener una imagen de lo que quiero organizar en mi vida. Con un folio y un boli. No necesitas nada más. Puedes usar imágenes, o dibujos, o puedes usar palabras que es lo más fácil.
Es como un esquema donde viertes todo lo que tienes en tu vida en este momento.
A veces realizar este ejercicio puede llevar a más agobio aún, porque nos damos cuenta de TODO lo que llevamos encima. A mí casi siempre me pasa y te puede pasar si eres de las que les gusta maximizar. Entiende que este ejercicio es un VACIADO, es literalmente vomitar todo lo que tu mente lleva rumiando para desde ahí elegir y aligerarte el camino.
¿Cómo priorizar?
1. Establece cómo te quieres sentir.
2. Decide si hay áreas de tu vida que no son tan importantes en este momento en base a como te quieres sentir.
3. Decide en 1 -2 objetivos SOLO para cada área de tu vida. No te vuelvas a llenar el plato de cosas.
4. Escríbelos donde los puedas ver a menudo.
5. Cuando tengas que tomar una decisión y vuelvas a sentir que tienes el plato lleno, vuelve a hacer el ejercicio, o simplemente vuelve a mirar a la hoja del vaciado mental.
Es importante entender, no solo con la cabeza sino también a nivel emocional, que dejar de hacer cosas, soltar, priorizar, llamado como tu quieras, supone HACER MENOS y esto nos puede costar.
Podemos sentirnos con miedo a perdernos cosas, a que nuestros hijos se atrasen, a que ganemos menos, a que perdamos oportunidades. En definitiva, el famoso FOMO.
Cómo aplicarlo a tu vida en especifico como madre o padre de un hijo diferente:
Si tu(s) hijo(s) necesita(n) mucha atención continua, usa varios momentos al día la tele, la tablet o cualquier juego con el que pueda entretenerse sol@. Acótalos en el tiempo y usa esos minutos, o al menos, parte de ellos para descansar o recargar pilas.
Si tu(s) hijo(s) no necesita(n) tanta atención continua, busca un equilibrio emocional en la conexión con el/ella. La convivencia es una oportunidad para unirnos más a nuestros seres queridos.
Pedir ayuda a familiares. Si puedes pagar, a profesionales.
Buscar programas de “family respite”. Campamentos específicos un o varias veces al año.
Al final, mi mensaje clave de este post es que si estas cansado continuamente has de entender eso como una llamada de atención de tu propio cuerpo (y por supuesto asegúrate de que no hay enfermedades medicas detrás, como por ejemplo anemia o cualquier otra condición física y de salud).
¿Cómo ser fuerte?
Ante las adversidades de la vida, cualquier hijo de vecino te dirá “hay que ser fuerte”. Pero, ¿en qué consiste esto cuando nos referimos a una dificultad como el autismo, el TDAH, la dislexia severa, el síndrome de Down o cualquier otra diferencia de tu hij@? ¿Significa acaso resignación? ¿Paciencia? ¿Estar siempre a pie de batalla? En este post te hablo de la resiliencia y de las 5 preguntas que te ayudarán a crecer antes las circunstancias de la vida, sean cuales sean.
Ante las adversidades de la vida, cualquier hijo de vecino te dirá “hay que ser fuerte”. Pero, ¿en qué consiste esto cuando nos referimos a una dificultad como el autismo, el TDAH, la dislexia severa, el síndrome de Down o cualquier otra diferencia de tu hij@? ¿Significa acaso resignación? ¿Paciencia? ¿Estar siempre a pie de batalla? En este post te hablo de la resiliencia y de las 5 preguntas que te ayudarán a crecer antes las circunstancias de la vida, sean cuales sean.
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
¿Qué es la resiliencia?
Bueno, y entonces esto de la resiliencia ¿qué es? ¿Y por qué es más util hablar de resiliencia que de fortaleza o incluso que de autoestima?
Es un término de la psicología positiva que se refiere a nuestra capacidad de afrontar la adversidad y de adaptarnos a lo que surge en nuestras vidas. Hoy en día se dice que la resiliencia es más crucial que la autoestima para llevar una vida plena y realizada. ¿Por qué? Porque la resiliencia es un músculo que ejercitamos a diario y ante cualquier situación que exija un cambio de perspectiva o de acción.
La autoestima es lo que pensamos de nosotros, pero esto a menudo se desinfla con facilidad cuando las cosas no van como queremos. Y la fortaleza puede implicar una rigidez, un mantenerse y no enmendarla, un “yo me quedo aqui igual que siempre, ante vientos y mareas” lo cual acabará creando más sufrimiento.
Así que, ante el complejo y desbordante desafío de la diferencia de nuestro hij@, nuestra fortaleza (entendida como resiliencia) es no sólo necesaria para mantenernos a flote sino que se convierte en un círculo virtuoso de aceptación, y por tanto de crecimiento lo que lleva a menos resistencias, menos sufrimiento, y así cada vez a un mayor sentimiento de paz y de confianza ante la vida, sea cuales sean las circunstancias.
Porque desde la aceptación de todo lo que nos ocurre en la vida, lo veamos como positivo o como negativo, podemos gestionar lo que sea. Porque estamos respondiendo a partir de lo que ya ES.
Aceptar es siempre el primer paso, y el más difícil. Porque consciente y racionalmente, muchos de nosotros podemos decir que hemos aceptado la diferencia de nuestro hij@. Pero a nivel de sentimientos y de acciones, a menudo nos resistimos, nos rebelamos, negamos inconscientemente que esta sea su (y nuestra) realidad.
5 claves que te ayudarán a afrontar una situación que tú no hubieras elegido
Pregúntate:
1. ¿Qué puedo aprender de esto?
¿Cómo puedo crecer / madurar / mejorar / evolucionar? (usa el verbo que más te resuene) El hecho irrefutable es que los humanos aprendemos a través de la adversidad o los desafíos.
Somos máquinas de resolver problemas. En realidad los problemas los creamos nosotros, o más bien, nuestra mente. Nada en sí es un problema o una ventaja, sino solo en tanto que lo vemos así.
Un ejercicio muy sencillo y potente es escribir “Mi hij@ tiene X y eso significa que …” y escribir todas las creencias que te vengan en mente. ¿Son todas negativas? ¿Hay alguna que no te cause ansiedad o tristeza? De esa lista puedes sacar dos aprendizajes: 1) no todo es bueno ni malo, 2) como ves tu realidad depende exclusivamente de ti.
2. ¿Qué regalos “escondidos” me trae esta situación?
Puede que te cueste verlos durante un tiempo, pero están ahí y solo tienes que reconocerlos desde el corazón y no desde la mente (tu intuición, tu sexto sentido, o el hecho de que sabes algo aunque no sepas exactamente por qué).
Te doy un ejemplo de mi propia vida: soy muy parlanchina, y el hecho de que mi hijo no hablase de manera conversacional hasta hace bien poco fue extremadamente difícil para mi. Sin embargo, me hizo enfocarme mucho más en estar presente con él, intentar entender sus comportamientos, y esforzarme en ver el mundo desde su perspectiva en vez de intentar siempre traerle a él a mi zona de comfort que es hablar.
3. ¿De qué me libera?
Esta puede parecer una pregunta extraña, pero cuando afrontamos lo que percibimos como dificultades, tenemos una oportunidad única de soltar lastre. De cambiar algo en nuestra vida dejando marchar, soltando, liberándonos. Ya sea de una rutina o hábito que ya no nos sirve, de personas que ya no aportan nada a nuestra vida, de actividades que nos hacen perder energía… de lo que sea.
Un ejemplo muy sencillo y muy potente es dejar de importarte un comino lo que piensen de ti o de tu hij@ personas que no son importantes para ti. ¿Las miradas de la vecina? ¿Los comentarios de otras mamás en el parque? Ni caso. No malgastes energía pensando en lo que pueden o no estar pensando gente que ni te va ni te viene.
4. ¿Qué recursos tengo para afrontar esto?
Tienes muchos y los verás cuando te quites el sesgo negativo de tu mente (es un hecho estudiado y probado que la mente humana se enfoca en lo que no va bien por encima de lo que sí).
Siéntate y haz una lista: ingenio, amor, amigos, familiares, dinero, conocidos, contactos, profesionales, tiempo, estudios, motivación, interés, acceso a información, redes de apoyo formal e informal, servicios públicos, curiosidad, etc….
A menudo nos enfocamos sólo en el dinero (o en la falta de), pero lo cierto es que hoy en día puedes acceder a mucho de manera gratuita. Como este blog y podcast.
5. ¿Cómo puedo YO pasar a la acción?
¿Qué voy a vivir de manera diferente? Esta pregunta es fundamental pues es la clave de la resiliencia.
Pasar de recibir a dar, de ser el sujeto pasivo de algo que nos sucede a crear una respuesta que nos sirva en esa situación. La resiliencia es el regalo que te haces cuando te devuelves el poder. El poder de decidir.
Un ejercicio muy sencillo es cada vez que digas “no puedo (algo que dependa de ti como meditar, o hacer ejercicio, o lo que sea)…..”, cambiado por “no quiero….”. Devuélvete el poder. ¿Cómo se siente?
Recuerda: Siempre tienes opciones. Aunque tu mente las niegue, el poder de decisión es tuyo.
Claro, dirás, pero yo no quiero que mi hij@ tenga autismo o Downs o lo que sea. O yo no quiero que le pase esto. O que me pase esto a mí.
Eso no está en tus manos. Lo que ya es una realidad no cabe más que aceptarlo. Lo que TÚ haces con esa realidad es tu prerrogativa. Ahí radica tu poder y la magia de cambiar tu percepción y por tanto la realidad de lo que te rodea.
Recuerda que la mente es el filtro por el que nos llega lo que nos ocurre a nuestro alrededor. Limpia ese filtro y lo verás todo con otra luz. No se trata de negar el dolor de lo que es difícil, de lo que nos causa fuertes emociones, de la incertidumbre de la vida.
El mar tiene olas, pero no por eso nos tenemos que ahogar (esa sería una decisión - aun inconsciente - no un destino). Aprender a navegar con, no contra, las olas del mar y verás como llegas lejos y puedes disfrutar mejor de la travesía.
Estas preguntas se enfocan en TU resiliencia, como padre o madre de un hij@ diferente.
Ayudar a que tu hij@ desarrolle su propia resiliencia, sobre todo teniendo en cuenta que vive en un mundo que no siempre le va a comprender o ayudar, es también fundamental.
Como padre o madre, vas a poder enseñar a través de tus acciones, de tus palabras. Vas a poder modelar para ellos la práctica de la resiliencia a diario. Y por supuesto investigar y facilitarle métodos y técnicas sobre gestión emocional y habilidades sociales que sean especificas para personas con su perfil neurológico y cognitivo y que les ayuden a incrementar su propio poder de adaptación.
Pero, como siempre, vuelvo a TI. Aquí nos enfocamos en TU bienestar, en TU capacidad de adaptación, en TU poder de crecimiento tanto a través del desafío del autismo de tu hij@ como a través de los millones de micro (y macro) desafíos que surgen en tu vida, como en la de todos.
Porque finalmente la calidad de nuestra vida SI depende de nosotros. Pues depende de nuestra percepción, y de nuestra mentalidad. Depende de los filtros a través de los cuales vemos la vida.
La resiliencia nos hace abrirnos a la experiencia que sea para aprender de ella, para pasar por ella y salir al otro lado más fuerte, más consciente de nuestro propio poder de adaptación y de aceptación.
Lo contrario de la resiliencia es la resignación, es el sentimiento de que no podemos hacer nada, de que no tenemos poder para nada. En el fondo esto es una estrategia de miedo por parte de nuestro inconsciente, que nos distrae del riesgo que supone afrentar el desafío y cambiarnos por el camino.
Te dejo con la oración de la Serenidad, que seguramente has escuchado antes pues es muy conocida y que establece las bases para la resiliencia.
Una nota: si la palabra Dios te rechina, te incomoda, o no te sirve por la razón que sea, la puedes cambiar por otra palabra que te resuene. La oración dice:
Que Dios me dé la serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, el coraje para cambiar lo que sí puedo, y la sabiduría para saber cual es cual.