7 Claves para reconectar contigo misma
En mi proyecto de apoyo a padres de hijos con autismo, a menudo me refiero a la necesidad de reconectar con nosotros mismos. Pero ¿cómo leches nos reconectamos con nosotros mismos? ¿Y qué quiere decir esto en realidad?
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
Mucha gente me dice que no saben ni cómo se encuentran ni dónde están a varios niveles. Te invito a que hagas recuento. Reflexiona sobre si alguna de estas preguntas se aplican en tu vida en el momento actual:
A nivel físico ¿te encuentras agotad@? Duermes mal? ¿Estás permanentemente estresado? ¿Comes mal? ¿O deprisa? Incluso, ¿recuerdas lo que has comido hoy? ¿Tienes en ocasiones la sensación física de que vives en un cascarón? ¿De que tu cuerpo se ha vuelto un desconocido? ¿Te das cuenta de tus tensiones físicas? ¿De tu postura? ¿De tu respiración? Esto ultimo es fundamental, como te contaré más adelante.
A nivel emocional: ¿Tal vez sientes que has de controlar (es decir ignorar) tus emociones para que tu vida no se venga abajo? ¿Caes en patrones repetitivos de enfado hacia fuera y culpa hacia dentro? ¿Sientes que vives en un estado permanente de angustia?
A nivel mental: ¿Te sientes saturado? ¿Abotargado? ¿Bloqueado? ¿Como que en vez de un cerebro llevas una olla a presión en la cabeza? ¿Te falta claridad? ¿Tomas decisiones sin saber a menudo realmente por qué? ¿Vas a mil por hora pero sientes que no llegas a nada?
Si nos paramos a reflexionar unos instantes, todos somos capaces de ver que nuestra calidad de vida no es la que deseamos. Hay algo que falla, que falta, que está ausente. Y ese algo ERES TÚ.
Si, si. TÚ.
Con el paso de los años, y las responsabilidades que nos echamos encima (primero que si los estudios, que si el trabajo, que si la pareja, que si la vida social, que si los hijos), nuestras necesidades personales se van quedando por el camino.
Cuando además tu hijo es diferente, tu vida como madre o padre supone una lucha continua para conseguir los servicios adecuados para nuestros niños (en todas las áreas). Lo que queremos siempre está al final de la lista de tareas pendientes (y nunca llegamos a ello). Nuestros deseos se desvanecen en el olvido hasta el punto de que un día nos despertamos y ya ni nos conocemos a nosotros mismos.
Muchos de nosotros "enterramos" a las personas que fuimos y continuamos, agotados, perdidos y solos. Y luego nos preguntamos por qué luchamos tanto para conectarnos con nuestros hijos, nuestras parejas, nuestros amigos y nuestra familia. Porque sentimos que la vida es una lucha cuesta arriba sin fin. Pero no tiene por qué ser así.
El dolor y la desilusión son inevitables, el sufrimiento es OPCIONAL.
Muchos de mis clientes no sienten que tengan el tiempo, la energía, o incluso la capacidad para evaluar en que punto están, sobre todo a nivel emocional y psicológico. Como suelo decir, no puedes llegar a donde no sabes que quieres llegar. Y no puedes saber a dónde quieres llegar si ni siquiera sabes donde estas ahora mismo.
En mi Kit de Primera Ayuda te regalo un corto documento que te invita a regalarte un ratito para hacer una autoevaluación de donde estás ahora, con el autismo de tu hijo y más allá del autismo de tu hijo. Pero la clave está aquí:
El ratito te lo tienes que regalar TÚ.
Reconectar implica devolverte el poder. Empoderarte para reconectar contigo mismo. Si tu no te das el tiempo y la energía para hacerlo, nadie lo puede hacer por ti.
Vuelve a conocerte. Date permiso. ¿Qué te gusta? ¿Qué no? ¿Qué prefieres? ¿Qué haces por obligación? ¿Qué puedes dejar de hacer? ¿Qué puedes hacer más a menudo? El auto-conocimiento es fundamental. Y esto sobre todo a nivel emocional. Entiende a tus emociones, a sus detonantes, y será como si te diesen la llave mágica de tu ser.
7 claves para reconectar contigo
1. Escúchate
Suena sencillo, pero no lo hacemos tanto como deberíamos. Escucharse implica tomar conciencia de que hay una sabiduría interior dentro de cada uno de nosotros. Algunos lo llaman la voz de la intuición, otros tu maestro interno. Da igual que le des nombre o no. NO es nada esotérico.
Se trata de entender que a nivel sutil el cuerpo nos manda a lo largo del dia muchos mensajes sobre lo que necesitamos o no necesitamos. Muchos de nosotros ni siquiera sabemos que esta ahi, porque tenemos cerrada esa frequencia de radio. Sintoniza de nuevo tu radio y Abrete a ese otro canal que te dice cosas. Cosas como “esto no me apetece”, “yo no quiero esto”, “necesito esto”, o lo que sea.
2. Hazte 3 preguntas al final del día
Yo lo hago regularmente y me lleva muy poco tiempo, pero señala un tiempo de reflexion al final del dia para hacer un check-in conmigo misma. Las 3 pregunta son:
a. Que ha ido bien en mi dia?
b. Que me ha costado mas hoy?
c. Que he aprendido? O De que me he dado cuenta?
3. Regalarte unos minutos de silencio todos los días
¿Para hacer qué? Para estar contigo y con lo que surja. ¿Que te surgen emociones difíciles que te cuesta gestionar? No te van a matar, te lo aseguro.
4. Reconecta con un hobby, actividad o pasatiempo que te nutra.
Si no tienes tiempo (aunque te estoy hablando de cualquier actividad de unos minutos al día, no tiene que ser un mega proyecto). Si no tienes tiempo, intenta hacer unas respiraciones conscientes durante esos minutos de silencio al dia. 10 respiraciones te llevaran menos de 2 minutos! 2 minutos!.
5. Cuídate físicamente
No te digo que te apuntes a un gimnasio ni que hagas una dieta especial. Te sugiero que te acuestes cuando estes cansado, que comas con respeto hacia tu cuerpo. Enfin, cosas básicas. Que escuches lo que te pide tu cuerpo.
6. Mueve tu cuerpo
Te juro que es una de las cosas mas sencillas que puedes hacer por ti mismo y con los mayores beneficios. Anda, corre, baila, haz unos estiramientos, sube las escaleras. Lo que sea. Pero usa a tu cuerpo y conéctate con él cuando lo hagas.
7. Escribe, graba un audio, garabatea, habla con alguien de confianza
Expresarnos es catártico no solo por el soltar que implica sino porque a menudo conseguimos “revelaciones” nuestras que de otra manera no habrían salido. O por lo menos nos permite organizarnos un poco a nivel mental. De una conversación pueden salir momentos ajá si estamos ya un poco mas entrenados a escucharnos.
Finalmente, entiende que no eres solo lo que haces, no eres solo lo que tienes, no eres solo tus circunstancias. Eres eso y mucho más. Hay una presencia, un ser que está detrás de y más allá de tu vida exterior. Vuelve a conocerte y en ese auto-conocimiento encontrará la mayor fuente de cuidado propio. Y desde ese cuidado propio encontrarás una energía y una motivación para el cuidado a los demás que ni siquiera te podías imaginar antes.