Magüi Moreno | Maternidades Atípicas

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No tengo dinero para apoyar a mi hij@ diferente

El dinero es un tipo de recurso, no es el único y - al hablar de apoyos a nuestros hijos neurodiversos - ni siguiera tiene por qué ser el más importante. En este post te invito a que cambies tu mentalidad en torno a los recursos y te hablo de dinero y de otros tres recursos que son más importantes aún que el dinero en el desarrollo de tu hijo y en el desarrollo de la relación que tú tienes con tu hijo. También de doy tips prácticos para sacarle el mayor provecho a los recursos que ya cuentas y te dejo 3 preguntas que te ayudarán a priorizar cuando el dinero es escaso.

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Mentalidad de escasez, a mentalidad de abundancia. Y no hablo de magia potagia, ni de afirmaciones positivas, ni de visualizaciones de ángeles dorados… y por cierto si te vienen bien a ti y te hacen sentir mejor y más conectada con la energía de la abundancia, adelante. No hay juicio por ninguna parte. Al final, hacemos lo que nos llama la atención cuando sentimos que hay algo en nuestra vida que queremos cambiar.

Te hablo de entender que, como todo, no es lo que tienes o dejar de tener, es como tu mente lo interpreta. Y esto tiene que ver con toda una serie de factores, y la mayoría son inconscientes (creencias familiares, culturales, experiencias propias y ajenas anteriores, lealtades inconscientes a las experiencias de otras personas, y largo etc.). La relación con el dinero NO ES NEUTRA, ni siquiera cuando el dinero te sobra. 

Podemos caer en la aversión o, al contrario, en el deseo de dinero independientemente de la cantidad real de dinero que tengamos. Es decir, nuestra relación con el dinero y con los recursos no tienen tanto que ver con su cantidad de hecho sino con nuestra actitud ante ellos.

Y aquí lo primero y lo más importante es que entiendas la diferencia entre dinero y RECURSOS. 

¿Qué recursos tengo para afrontar el autismo, el TDAH, el síndrome de Down o la diferencia o los desafíos de mi hijo? Tienes muchos y los verás cuando te quites el sesgo negativo de tu mente (es un hecho estudiado y probado que la mente humana se enfoca en lo que no va bien por encima de lo que sí). Siéntate y haz una lista: ingenio, amor, amigos, familiares, dinero, conocidos, contactos, profesionales, tiempo, estudios, motivación, interés, acceso a información, redes de apoyo formal e informal, servicios públicos, curiosidad, etc…. Pueden ser muchos de estos o tan solo unos pocos. ¡Pero con que tengas ingenio, curiosidad, y acceso a internet ya tienes una barbaridad de recursos disponibles!

El dinero es un tipo de recurso, no es el único y - al hablar de apoyos a nuestros hijos neurodiversos - ni siguiera tiene por qué ser el más importante. Te quiero hablar de tres recursos que son más importantes aún que el dinero en el desarrollo de tu hijo y en el desarrollo de la relación que tú tienes con tu hijo: el tiempo, la energía y la información.

Y fíjate qué interesante porque el tiempo y la energía son limitados. Son dos de los bienes más preciados que tenemos, y además se acaban en algún momento. Y sin embargo apenas les prestamos atención a parte de quejarnos que nos faltan por no tener claridad sobre cómo, cuándo, con quien y por qué los gastamos (o usamos). El tema del tiempo lo trataré en un próximo episodio. Y para el tema de la energía te recomiendo que escuches los episodios de mi podcast, número 18 “Prácticas de autocuidado”, 23 “Vives o sobrevives?”, 30 “estoy agotada”, el 44 “¿te absorben tus hijos?” Y el 50 “no puedo dejar de preocuparme”.

Pero la información a día de hoy es ilimitada, y de hecho esto crea también otra serie de problemas como la saturación y el exceso de información útil sobre los que no voy a hablar en este post pero que también son muy reales.

A menudo nos enfocamos sólo en el dinero (o en la falta de), pero lo cierto es que hoy en día puedes acceder a mucho, muchísimo, de manera gratuita, sobre todo online. Te doy varios ejemplos de mi propio trabajo:

  • Mis “Abrazos Virtuales” semanales donde encontrarás info y descuentos exclusivos para mis cursos y programas online.

  • Mis posts y stories en Instagram, donde comparto mis propios desafíos y aprendizajes como mamá de un niño con autismo. Doy recomendaciones, comparto información valiosa de otras cuentas, etc.

  • El podcast Cuando tu hijo es diferente, con 3 episodios al mes sobre temas de bienestar, mindfulness y mejor gestión emocional para padres de hijos diferentes. En muchos de ellos tienes material adicional descargable y GRATUITO. 

En realidad yo no cobro por mi contenido en sí, sino por mi tiempo (que es uno de esos bienes tan preciados y limitados). Es decir, por ayudarte a implementar de manera personalizada mucha de la información que ya doy, parcialmente, de manera gratuita. Precisamente porque el procesamiento de información lleva tiempo y hay personas que quieren ahorrarse ese tiempo y pasar a la acción antes.

Esto no quiere decir que gran parte de la información que se da online sea de mala calidad o no valiosa, simplemente que no toda te va a servir a ti, a tu familia, a tu hijo diferente. Aquí es donde entra el intercambio de recursos mediante el pago y el cobro de servicios: mi tiempo y mi conocimiento, o el de cualquier otro profesional, adaptado a tu realidad por el pago de cursos online o asesorías personalizadas.

Pero recuerda: Siempre tienes opciones. Aunque tu mente las niegue, el poder de decisión es tuyo. Lo que ya es una realidad no cabe más que aceptarlo. Lo que TÚ haces con esa realidad es tu prerrogativa. Ahí radica tu poder y la magia de cambiar tu percepción y por tanto la realidad de lo que te rodea. ¿Cómo? Con claridad sobre lo que es más importante y, sobre todo, pasando a la acción. 

Ejercicio práctico de PNL: cambiar el “no puedo conseguir eso para mi hijo porque no tengo dinero” por “no puedo hacer ese curso en este momento (esto es importante decir “en este momento”) pero voy a ….XXX”. Por ejemplo, “no tengo dinero para hacer el programa de acompañamiento grupal Familias Diferentes en este momento, pero voy a escuchar los podcasts de Magüi poco a poco que son gratis”.

¿Cómo priorizar cuando los recursos son escasos? Te dejo 3 preguntas que te pueden ayudar a tener más claridad sobre dónde usar tus recursos para apoyar a tu hijo, sean esos recursos dinero, tiempo, y/o energía (u otros):

1. Si resolviese el problema, ¿en qué mejoraría mi vida ahora?

2. ¿De qué manera me está afectando mi vida ahora?

3. ¿Qué tendría que pasar para que resolviese este problema ahora?

Por ejemplo, muchas madres no están dispuestas a gastar NADA de dinero en apoyos para sí mismas porque sienten que se los están quitando a sus hijos, de alguna manera. Estas 3 preguntas te pueden ayudar a darte cuenta de que tu bienestar es igual de importante que el de tu hijo, que de hecho se complementan, y que - en la práctica - se pueden trabajar simultáneamente, aunque no sea usando los mismos recursos o en igual cantidad.

Ejemplo concreto: mi hijo tiene berrinches constantes que me provocan mucha frustración a mí, e incluso episodios de crisis emocionales, lo que me lleva a sentir culpa, estrés, cansancio y a tener menos capacidad de ser paciente con el o ella. ¿Ves cómo es una pescadilla que se muerde la cola?

Entonces, Preguntas 1, si se resolviese el problema en que mejoraría mi vida ahora pues básicamente en que seguramente gestionarías mejor tus emociones tu hijo gestionaría mejor la suyas habría menos episodios intensos emocionales en casa por lo tanto un poquito más de paz un poquito más de bienestar para todos.

Pregunta número dos ¿de qué manera me está afectando mi vida ahora? Pues eso que acabo de comentar ahora está pescadilla que se muerde la cola si tú no inviertes en tu propia gestión emocional es muy difícil que puedas estar para sostener para apoyar y también para digamos educar o ayudar a que tu hijo tenga también una vez una gestión emocional entonces este es un problema que puede parecer que solo tiene tu hijo pero en realidad lo tenéis los dos seguramente lo tenéis todos los que estáis viviendo bajo el mismo techo. Entonces es un problema cuya solución tiene varios frentes pero se refuerzan entre sí. Solucionar una sola pieza no es la mejor estrategia sino que se requiere una actuación que te incluya también a ti, como madre.

Entonces pregunta número tres ¿qué tiene que pasar para que se resuelva este problema? pues aquí yo veo dos vías de actuación la primera es trabajar en las emociones de tu hijo eso lo puedes hacer de manera poco costosa leyendo libros y recursos específicos o lo puedes hacer con algo más de coste contratando a una profesional ya sea psicóloga ya sea logopeda o incluso terapéutico ocupacional para que te ayude con este tema (ya sea directamente con tu hijo, o capacitándote a ti para que tu puedas llevar a cabo las actividades en casa).

Pero hay otra vía que es igualmente importante que es trabajar tu propia gestión emocional y de nuevo esto lo puedes hacer con recursos gratuitos como los que te doy aquí en el podcast en el episodio 17 sobre la gestión de emociones difíciles o el 40 sobre frustración lo puedes hacer con cursos de bajo coste como por ejemplo mi curso cuídate o mi curso conecta con tu calma y también lo puedes hacer con productos de mayor coste como por ejemplo mis asesorías personalizadas o puedes unirte a mi tribu de madres “Mamá en calma”

Si tienes pocos recursos o no quieres gastarte mucho dinero en esto puedes hacer un puedes llegar a un equilibrio entre lo que te gastas para ayudar a tu hijo y lo que te gastas para ayudarte a ti y de nuevo no solamente hablamos de dinero sino también de tiempo y de energía eso es una obviamente opinión muy personal una decisión muy personal pero con este episodio te quiero invitar a que entiendas que esa decisión si está en tus manos que sí tienes oportunidades, que si tienes opciones.

Pero que todo depende de la priorización, de la claridad que viene de entender cual es el principal problema en tu vida ahora, cual es la principal necesidad de tu hijo ahora, y cómo avanzar en ambos de manera que las consecuencias sean beneficiosas para los dos y para el resto de la familia.

Recuerda que:

  • Hay muchísima información y recursos gratuitos online, tanto para ti como para tu hijo (pero recuerda también contrastar y elegir terapias o actividades que estén avaladas científicamente).

  • Tienes la capacidad de usar tu móvil para contactar a profesionales de muchas partes del mundo, comparar servicios, precios y elegir como nunca antes.

  • Por los avances tecnológicos, los apoyos tanto para ti como para tu hijo no depende ya exclusivamente de tu localización geográfica.

  • Si no puedes contratar a un terapeuta para tu hijo a largo plazo, puedes capacitarte para poder realizar ese trabajo tú misma (o alguien en tu familia).

  • Dentro de lo posible, prioriza la realización de evaluaciones a tu hijo para poder obtener así mayor información que te ayude a priorizar intervenciones y a decidir lo que os podéis gastar en ellas.

  • No dejes de pedir ayuda, solicitar consejo o intercambiar opiniones (todo ello gratuito) con otras madres en situaciones similares a la tuya.

  • La creación de redes de ayuda también es gratuita (aunque lleva tiempo y energía) pero te puede cambiar la vida a mejor. Escucha el episodio 55 sobre cómo encontrar una tribu de apoyo.