¿Qué es lo que más te gusta de tu hijo o hija con autismo?
Hoy te quiero hacer una pregunta: ¿Que es lo que mas te gusta de tu hijo o hija con autismo? Es una pregunta muy sencilla, pero que no siempre somos capaces de contestar de manera rápida y natural.
Es una pregunta que implica una toma de conciencia porque nos exige cambiar nuestra perspectiva. De lo que está mal, o lo que no es como lo esperábamos, a lo que - sencillamente - es. Y desde este punto a la aceptación y al agradecimiento hay un solo paso.
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Voy a contarte algo sobre la apreciación. Sobre ese sutil pero poderosísimo cambio de perspectiva que nos lleva a ver cosas, eventos y personas en positivo.
A los padres y madres de hijos con autismo nos cuesta mucho ver lo positivo. Y no te hablo de que te levantes todos los días de un salto con unas ganas tremendas de verlo todo de color de rosa o de estar alegre todo el dia. No. Esto no va de flower power ni de optimismo new age. La realidad es la que es, y negarla o restarle importancia es tan poco saludable como verlo todo negro, todo el rato.
Pero como padres o cuidadores de personas con autismo, estamos predispuestos a ver lo que falta, lo que es diferente, los desafíos, los retrasos y, en fin, todo lo que percibimos que queda por “arreglar” o “solucionar” en nuestro hijo o hija. Aqui esta la clave. Es una percepción.
Sesgo de la negatividad
¿Has oído hablar del sesgo de la negatividad? Es un concepto psicológico que significa que, ante igual número de aspectos negativos e igual número de aspectos positivos, tendrán mas peso en nuestra mente los aspectos negativos. Pero también quiere decir que ante mayor número de aspectos positivos y menor numero de aspectos negativos, tendrán más peso los negativos.
O sea. Nuestra mente nos “torea” sí o sí, y nos lleva siempre, por defecto, a enfocarnos en aquello que vemos como negativo.
¿El vaso está medio lleno o medio vacío?? Esto lo puedes también apreciar cuando nos dan piropos o nos dicen cosas agradables sobre nuestra apariencia, nuestro esfuerzo o algo que hemos hecho bien. 20 personas te dicen que te quedan genial tus gafas nuevas y tan solo una te dice que no le gustan. ¿Con que comentarios te quedas? Surprise, surprise… pues lo más probable es que te quedes rumiando sobre el comentario critico. Y que esto te pueda incluso generar dudas sobre tu elección, tu actuación o lo que sea que se “ha criticado”.
Esto es el sesgo de la negatividad y todos los seres humanos lo tenemos. ¡Venimos diseñados de fabrica así! ¿Y quieres que te cuente algo mas? Cuando se trata de nuestros hijos, tengan autismo o no, sean diferentes o no… te aseguro que el sesgo de negatividad es fuertísimo. Porque, mas o menos inconscientemente, tratamos a nuestros hijos como extensiones de nosotros mismos. Y vemos en su valía un espejo de la nuestra.
Así que, si a tu hijo le cuesta socializar, hacer amigos, conversar, o tiene tics de auto-estimulacion, o un procesamiento de estímulos sensoriales diferentes, o cualquier otro comportamiento que entra dentro del espectro autista, pues obviamente te vas a enfocar en eso “que no está bien”. Esto, a parte de hundirte la moral, te dificulta AUN MÁS poder enfocarte en lo positivo que SÍ esta ahí y en el proceso de potenciarlo en tu hijo y de agradecerlo como madre.
Cambio de perspectiva
Así que ,vuelvo a la pregunta del principio: ¿Qué es lo que mas te gusta de tu hijo o hija con autismo?
Date permiso para sentirlo, no lo pienses solo. A menudo lo primero que se nos ocurre, lo primero que se nos viene a la mente es lo más certero, pues ha “saltado” los filtros mentales que suelen colocarse en posición cuando empezamos a pensárnoslo mucho.
Te cuento algunas de las cosas que mas me gustan de Adrian:
Su alegría. Es totalmente natural, espontánea, y contagiosa. Desde bebé le hemos llamado “smiler” por sonriente, pues es una de sus características más queridas y fuertes de su personalidad.
Su ternura. Se deshace y me deshace a mí. ¿Que mas quieres que te diga? (Ay, suspiro de madre)
Su sentido del humor. El nene se descuelga a veces con las cosas más graciosas y que menos nos esperamos.
Su bailoteo. Es impresionante lo bien que baila. Como nació en Africa (mi marido y yo vivíamos por allí entonces), siempre decimos que “lleva el ritmo africano en el cuerpo”
Sus ojos. Tiene unos ojos marrones preciosos.
Y muchas otras mas…
En realidad, ¿son tan diferentes de lo que me podría gustar de cualquier otra persona, tenga o no tenga autismo? Pues, seguramente no.
Mi hijo tiene autismo, pero el autismo no es TODO mi hijo.
Mi hijo tiene comportamientos difíciles a veces, o aspectos de su comunicación que me frustran y me asustan, pero es un ser humano con sus fortalezas y sus tendencias, su personalidad y sus preferencias a través de y también más allá del autismo.
El autismo le modula y ÉL modula al autismo en la expresion unica de su ser. Y por todo ello, doy las gracias.
La gratitud
El agradecimiento es una práctica de toma de conciencia, más allá de que se haya puesto más de moda a nivel de desarrollo personal. Es una práctica que nos sigue desde tiempos inmemoriales y que siempre ha estado unida a la practica religiosa. Pero ahora, además, los psicólogos, los neurólogos-biólogos, nos han dados muchas mas razones para practicarla a diario por sus beneficios neurológicos y fisiológicos.
Pero el punto central es este: la practica de agradecer nos obliga a enfocarnos en lo positivo en nuestras vidas. No en fabricarlo, no, en darnos cuenta de que siempre ha estado ahí, pero sencillamente no lo hemos visto o no le hemos dado tanta importancia como los aspectos más negativos. Por nuestro sesgo de negatividad.
No se trata de forzar la gratitud. Hay días en los que nos costará ver qué podemos agradecer de nuestra situación familiar. Te sugiero que empieces por lo más obvio y lo mas sencillo. El sol, tu hogar, la comida en la mesa, la música que has escuchado hoy, las flores que has visto en el parque, la mirada de tu hijo, los huesos que te sostienen, lo que sea… No tiene por que ser grandes eventos ni grandes éxitos.
¿Qué ha ido bien? ¿Por qué puedes dar gracias?
Verás que es una bola de nieve y que, cuanto más agradeces, más aprecias para agradecer.
Celebra cada victoria, si. Pero celebra también cada respiración, cada experiencia - sea memorable o no. Celebra tu vida y celebra también la vida de tus seres queridos.
Celebra la vida de tu hijo o hija con autismo. Porque será un desafío para él o ella, para ti y para el resto de tu familia… Pero sigue siendo una vida única, y llena de cosas por agradecer. Solo tienes que mirar…
Te sugiero que te des unos minutos y hagas una lista de todas esas facetas de tu hijo o hija que tanto te gustan. No es una competición. No se trata de que sea una lista interminable. Puede ser muy cortita. Pero siéntelo. Siente ese agradecimiento y ese amor por tu hijo o hija.