7 Consejos para unas vacaciones diferentes

Mientras para muchas personas el verano es una época de descanso, de desconexión con la rutina del resto del año…. para las personas con autismo, ADHD o cualquier otra diferencia neurológica puede ser un momento muy difícil. Precisamente porque las rutinas cambian o, peor aún, desaparecen. Los padres y las madres nos enfrentamos a días enteros “sin cole” en los que a menudo no sabemos qué hacer con nuestros hijos.

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7 consejos prácticos para unas vacaciones con mayor bienestar para todos

1. No te critiques si el verano es difícil para ti, tu hijo o tu familia.

Recuerda: haces lo mejor que puedes con los recursos que tienes en este momento. El verano o las vacaciones escolares son para muchas familias temporadas menos estructuradas, con un mayor grado de espontaneidad, con menos citas fijas en la agenda.

Sin embargo, para las familias con hijos diferentes, pueden llegar a ser muy duras. Mientras para muchas personas el verano es una época de descanso, de desconexión con la rutina del resto del año…. para las personas con autismo, ADHD o cualquier otra diferencia neurológica puede ser un momento muy difícil. Precisamente porque las rutinas cambian o, peor aún, desaparecen.

Los padres y las madres nos enfrentamos a días enteros “sin cole” en  los que a menudo no sabemos qué hacer con nuestros hij@s. Y ellos se sienten a la deriva, sin la seguridad que les da las estructuras, los ritmos, y las actividades del curso escolar. Así que, mi primer consejo es, no te hables mal, nadie tiene la culpa. 

2. Ajusta las expectativas y entiende las necesidades (tuyas y de tu hijo).

Porque puede que no sean compatibles. A ti te gusta sentarte a leer un libro pero hay que estar pendiente de tu hij@ a todas horas; o te encanta pasear por las tardes, pero tu hijo se pone nervioso con el ruido de la calle; o te encantaría poder veranear con unos amigos y sus familias, pero te echas para atrás por el comportamiento de tu hijo (y por cierto aqui te diría que el desafío es 100% tuyo porque el tema no es necesariamente el comportamiento de tu hijo -a no ser que sea agresivo consigo o con los demás - sino tu reacción).

Entonces, ¿cómo ajustamos las expectativas? ¿Cómo tomamos en consideración necesidades a menudo opuestas o incompatibles? Buscando soluciones consensuadas y negociadas y, sobre todo, explícitas (es decir, habladas y bien entendidas entre los adultos de la familia). Por ejemplo: turnarse con la pareja, o con algún familiar, buscar campamentos o actividades específicas para que tu hij@ esté ocupado un tiempo al día, o sencillamente decidir hasta donde quieres “empujar” a tu hij@ fuera de su zona de comfort, y hasta donde quieres llegar tú con la tuya. Por ejemplo, salir a pasear aunque tu hijo aletee o haga ruidos que te molestan

3. Busca un equilibro entre tiempo abierto y rutinas.

Cuanta más flexibilidad tengas TÚ como Mamá o Papá, menos te vas a estresar y menos vas a sufrir. Y eso ya es positivo para el ambiente del hogar.

Las rutinas para los hijos con necesidades especiales es lo óptimo porque les da seguridad y una sensación de control sobre sus vidas. Al menos establece horarios para ciertas partes del día, como la primera hora de la mañana y la rutina de acostarse por la noche. A mi me ayuda mucho para darle algo de estructura al día, intercalar actividades no preferidas (terapias o, en el caso de mi hijo, colorear o hacer manualidades) con actividades preferidas (juegos electrónicos, deportes, piscina…).

Dependiendo de la edad de tu hij@, puedes alargar la duración de las actividades no preferidas antes de dar acceso a las preferidas (sobre todo sin son objetos como tablets, etc).

4. Si viajas, entiende y acepta el precio (el tuyo y el de tu hijo).

Si tienes la suerte (como nosotros) de poder viajar por placer, cuando tus niños tienen necesidades diferentes a menudo necesitas mucha más planeación y menos espontaneidad. Esto depende no solo de las necesidades y del perfil de tu hij@, sino también (y sobre todo) de tu nivel de tolerancia. ¿De qué? Pues del estrés, de la incertidumbre, de los cambios, de lo desconocido. De que las cosas no salgan como quieres.

5. Enfócate en entender las emociones en tu casa.

Tu hij@ diferente no siempre va a saber expresar la fuente de sus frustraciones por los cambios de rutina. Pero también muchas veces nos enfocamos en la ansiedad de nuestros hijos (sea mayor o menor de lo que imaginamos) como distracción de nuestra propia ansiedad. Es como lo del cuidado. Paradójicamente nos enfocamos en los demás para no tener que lidiar con lo nuestro.

Con esto no te quiero decir que la ansiedad o el nerviosismo de tu hij@ no sea real, o que lo ignores. En muchos casos podemos y debemos como padres, preparar a nuestros hijos antes de la incertidumbre, o los cambios, o los momentos que anticipemos como difíciles. Esto no solo es efectivo, es lo más ético. No podemos exigir a nuestros hij@s que se comporten igual que si fueran adultos, o adultos neurotípicos, cuando no lo son y, en muchos casos, la incertidumbre les causa un subidón de adrenalina y una serie de efectos neurológicos que no pueden evitar.

Pero sí te invito a que prestes atención también a lo tuyo. Yo, por ejemplo, soy una viajante curtida - tengo muchos años de viajar por el mundo - nunca en plan mochilero, siempre con un mínimo de confort y de seguridad. Y sin embargo, aun me pongo bastante nerviosa ante un viaje. Primero porque no me encanta volar, segundo porque lo desconocido me tensa. Incluso, la posibilidad de volver a Madrid (de donde soy) pero que surjan imprevistos, me ataca bastante a los nervios. El mindfulness ayuda, desde luego. ¿A qué? A darte cuenta de que estás nerviosa y, sobre todo, a no tomarla contigo ni con los demás.

6. Acepta que el aburrimiento también es parte de la vida; haz partícipe a tu hij@ en las decisiones. 

Está bien. El aburrimiento, como otros estados emocionales, es normal y tiene aspectos positivos para todos. Para nuestros hijos puede ser más difícil de gestionar por debilidades en el juego imaginativo.

Ahí has de estar pendiente, pero al final, el aburrimiento puede llevarles a ellos y a nosotros a nuevas experiencias. Haz las paces con el aburrimiento y entiende qué te está queriendo decir. Una sencilla pregunta es “¿qué necesito?” O “¿qué necesitas?” Si se la haces a tu hij@. 

7. Prioriza el descanso a todos los niveles y para todos en casa.

Y finalmente, cierro el círculo por donde empecé, invitándote a que dejemos de exigirnos tanto.

Como padres de hijos con necesidades especiales, en verano nuestra mente entra en pánico al querer RELLENAR los supuestos “vacíos” con más, más y más. A menudo queremos “aparcar” a los hijos para retomar los mil pendientes que pululan por nuestra mente, ya sean de la casa, del trabajo, o incluso de actividades consideradas como hobbies.

¿Cuántas veces te das permiso para descansar en los momentos en los que tu hij@ está ocupado o fuera de casa? ¿Cuántas veces te quitas pendientes de encima, ya sean tuyos o de tu familia, para que TODOS bajemos un poco el ritmo?

Y te dejo esta reflexión: ¿qué pasaría si fuésemos capaces de observar y dejar estar a nuestro nerviosismo o aburrimiento o cualquier emoción que surja en nosotros o en nuestros hijos? ¿Qué pasaría si aceptásemos que no podemos controlarlo todo? ¿Que tal vez, nuestro hij@ necesita expresar su frustración en la fila de embarque y nosotros también la nuestra?

Sí, ya sé, es difícil…. Por el qué dirán, por las miradas, por el pánico que nos entra cuando nuestro hij@ “monta una escena” en el aeropuerto o en el restaurante. Pero al final, mientras la seguridad y la integridad física de todos no se vea afectada, los momentos de crisis son sólo eso…. MOMENTOS de crisis. Para ti y para tu hij@. Pasarán. Y habrán cumplido su función. 

¿Podemos minimizarlos? Claro. ¿Podemos evitarlos con estrategias de prevención? Claro. De nuevo, para nosotros y para nuestros hijos.

Pero la clave sigue siendo que observemos y que aceptemos que lo que está sucediendo es un mecanismo de gestión emocional. La emoción no es mala; lo difícil es cuando se desborda.

Como madres o padres, este verano te invito a que tomes nota de como experimentas TÚ los cambios y las incertidumbres de las vacaciones. 

Magüi Moreno

Life coach and mindfulness expert. My mission is to support special needs parents to achieve fulfilled and happy lives for themselves and to increase their family’s wellbeing.

http://www.maguimoreno.com
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