La culpa de las madres nace en el mismo momento que nacen nuestros hijos. Y esto es así como una forma de control social hacia las mujeres, para que vamos a negarlo. Hay todo un sistema de valores y de creencias milenarias sobre lo que constituye una buena y una mala madre.

En este episodio te explico cómo y por qué la culpa es un estado emocional limitante, una auténtica fuga de poder personal (que podrías estar utilizando en otras cosas más fructíferas). 

Lo importante es darse cuenta de que, aunque sus orígenes a menudo son inconscientes y por lo tanto, es una emoción bastante insidiosa… también es una emoción aprendida. Y por lo tanto, se puede desmontar. Se puede desaprender. En este episodio te doy cinco pistas al respecto.