Magüi Moreno | Maternidades Atípicas

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La diferencia nos da perspectiva

Las diferencias neurológicas o de desarrollo de nuestros seres queridos es uno de los mayores desafíos pero también es una oportunidad... ¿de qué? De conocernos mejor, ampliar nuestra perspectiva y librarnos de todo aquello que ya no nos sirve. Te cuento las 4 preguntas que te ayudan a "abrir tu visor" y a reducir tu estrés.

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Beneficios de la perspectiva/empatía (la diferencia entre las dos):

1) Esto también pasará. Todo es pasajero. Tus pensamientos, tus emociones, las circunstancias concretas de tu situación en este momento. Nada es estático. EJ: Adrian no hablaba y a mi me causaba mucha angustia. Ahora ya habla.

2) Libertad. Tus expectativas o las expectativas de los demás ya no te dictan qué o que no hacer. Ejemplo: En las situaciones sociales ya no me estreso por si Adrian se comporta como los demás o no. 

3) Apertura y humildad. Tu sabes lo que esta pensando otra persona? Las motivaciones de otro ser humano? Sus necesidades? Incluso si ese ser humano es tu hij@? Podemos y debemos intentarlo desde luego, pero a menudo nos equivocamos porque estamos haciendo una interpretación según nosotros. Ej: Nuestro hijo puede estar erre que erre con que quiere llevar estos zapatos y no esos otros. Y nosotros, desde nuestra perspectiva de padres, podemos pensar que es la rigidez mental propia del autismo por ejemplo. Y a lo mejor no, a lo mejor los otros zapatos le molestan y simplemente no es capaz de decírnoslo, o de explicarse. Tenemos que no solo entender sino vivir el hecho de que ni lo sabemos todo ni lo podemos saber. Esto no equivale a ser ignorante sino todo lo contrario.

4) Menos estrés. Al no imponer siempre nuestra interpretación a todas las situaciones, nos ahorramos muchos malentendidos, conflictos y agresividad innecesaria.

5) Nos ayuda a vivir en el aquí y el ahora. Cuando tu hijo te necesita en un momento de crisis emocional, de comportamiento o sensorial, todo lo demás pasa a segundo plano. Y hay muchas cosas que pueden pasar a segundo plano en todos los momentos del dia si estamos realmente sintonizados con nuestras necesidades.

6) Claridad. Al conocernos mejor, y suspender a esa parte “sabelotodo” que vive dentro de todos nosotros podemos darnos cuenta de las incongruencias o incoherencias de nuestras vidas y ponerles remedio.

Al final, recuerda que todos los acontecimientos son neutros: lo que los hace buenos o malos son nuestras interpretaciones y nuestra perspectiva sobre ellos. Aprender a distinguir entre un hecho o suceso neutro y nuestra interpretación del mismo nos permite asumir un papel activo y responsable.

Si nuestra perspectiva es amplia, podremos encontrar en ese paisaje ampliado, muchas salidas que antes no veíamos.

Entonces a nivel práctico ¿cómo ampliamos nuestra perspectiva?

Prestando atención a todo aquello que nos molesta, que nos duele, que nos cuesta, que nos chirría. Todo eso marca el camino por donde explorarnos, y de ahi poder abrir nuestro visor y… ver mas. Pues todo aquello que nos hace sufrir es señal de que hay algún límite, alguno dolor, alguna tension o apego a algo que no hemos procesado y que por lo tanto podemos explorar y transformar.

El Trabajo es meditación. Se trata de abrirte a tu corazón, no de intentar cambiar tus pensamientos. Haz las preguntas, luego entra en tu interior y espera a que afloren las respuestas más profundas.

  1. ¿Es verdad? (Sí o no. Si la respuesta es no, pasa a la 3.)

  2. ¿Puedes estar absolutamente seguro de que es verdad? (Sí o no.)

  3. ¿Cómo reaccionas, qué ocurre, cuando crees ese pensamiento?

  4. ¿Quién serías sin ese pensamiento?

Te dejo con esta pregunta: ¿Que significa el autismo de tu hijo PARA TI? No para él o ella, no te enfoques en SU vida… sino para ti, para tu vida, para tus planes, para tus expectativas.

Explorar nuestra sombra, todas aquellas zonas de dolor, cuesta y lleva tiempo. Te invito a que te hagas esta y otras preguntas con amabilidad, paciencia, compasión y mucho amor propio.

Todos los seres humanos sufrimos, y todos queremos dejar de sufrir. En esto, como en tantos otros aspectos, estamos en el mismo barco.