Magüi Moreno | Maternidades Atípicas

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¡Estoy exhausta!

Te doy algunas pautas para hacer dos tipos de ajustes en tu vida: ajustes internos (soltar los "debería") y externos (soltar las tareas menos importantes). Al final, el cansancio es un mensaje de tu cuerpo que te pide que bajes el ritmo.

¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!

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Ajuste interno

Cuando tenemos demasiados “deberías” no estamos presentes con nuestras necesidades ni, paradójicamente, con las de nuestros hijos. Estamos en el futuro, y en una mentalidad autocrítica enfocándonos en todo lo que no hemos hecho.

Muchas veces, nuestra reacción inmediata es añadir más cosas a la lista… yo misma lo hago, me siento y digo Uf es que no llegó porque no tengo claridad. Entonces empiezo a hacer listas. Esto es super típico en mí y es una señal de que estoy en modo “control”.

Para ti puede que sea diferente. Puede que en vez de ponerte a hacer listas, te pongas a gritarle a los de la casa ‘no has hecho esto’, no has hecho lo otro’ (bueno, eso también lo hago yo, para serte sincera), o te pongas nerviosa a hacer mil cosas a la vez, los típicos malabarismos o multitasking de las madre y padres.

Y así, ni las cosas salen bien, ni puedes disfrutar tampoco. Porque añadir más tareas a una lista interminable no es sostenible. Al final el día tiene las horas que tiene y tu tienes la energía que tienes. Ambos, energía y tiempo, son finitos.

Entonces, el primer paso es darse cuenta de cuando estas en los “debería” y cuales son tus gatillos para entrar en esa mentalidad hiper-crítica. Pues esa mentalidad es lo que nos cansa.

  • Respira conscientemente. Mueve el cuerpo con alegría. Tomate micro pausas con y sin tus hijos, aunque sean en el baño.

  • Ten una buena higiene del sueño. ¡Duerme más que antes!

  • Recuerda que esto también pasará. Ajusta tus expectativas, que es lo único que puedes controlar en una situación de incertidumbre.

Ajuste externo

Suelta

Deja de hacer tareas igual que antes, o no con los mismos estándares (esto se aplica por igual al trabajo en línea que a la organización de la casa).

Priorizar

¿Pero cómo dejamos espacio cuando no sabemos que tenemos en la agenda? Hacer un mapa mental. Diagrama usando representación de imágenes, dibujos para extraer información, para organizarnos, para tener una imagen de lo que quiero organizar en mi vida. Con un folio y un boli. No necesitas nada más. Puedes usar imágenes, o dibujos, o puedes usar palabras que es lo más fácil.

Es como un esquema donde viertes todo lo que tienes en tu vida en este momento.

A veces realizar este ejercicio puede llevar a más agobio aún, porque nos damos cuenta de TODO lo que llevamos encima. A mí casi siempre me pasa y te puede pasar si eres de las que les gusta maximizar. Entiende que este ejercicio es un VACIADO, es literalmente vomitar todo lo que tu mente lleva rumiando para desde ahí elegir y aligerarte el camino.

¿Cómo priorizar?

1. Establece cómo te quieres sentir.

2. Decide si hay áreas de tu vida que no son tan importantes en este momento en base a como te quieres sentir.

3. Decide en 1 -2 objetivos SOLO para cada área de tu vida. No te vuelvas a llenar el plato de cosas.

4. Escríbelos donde los puedas ver a menudo.

5. Cuando tengas que tomar una decisión y vuelvas a sentir que tienes el plato lleno, vuelve a hacer el ejercicio, o simplemente vuelve a mirar a la hoja del vaciado mental.

Es importante entender, no solo con la cabeza sino también a nivel emocional, que dejar de hacer cosas, soltar, priorizar, llamado como tu quieras, supone HACER MENOS y esto nos puede costar.

Podemos sentirnos con miedo a perdernos cosas, a que nuestros hijos se atrasen, a que ganemos menos, a que perdamos oportunidades. En definitiva, el famoso FOMO.


Cómo aplicarlo a tu vida en especifico como madre o padre de un hijo diferente:

Si tu(s) hijo(s) necesita(n) mucha atención continua, usa varios momentos al día la tele, la tablet o cualquier juego con el que pueda entretenerse sol@. Acótalos en el tiempo y usa esos minutos, o al menos, parte de ellos para descansar o recargar pilas.

Si tu(s) hijo(s) no necesita(n) tanta atención continua, busca un equilibrio emocional en la conexión con el/ella. La convivencia es una oportunidad para unirnos más a nuestros seres queridos.

Pedir ayuda a familiares. Si puedes pagar, a profesionales.

Buscar programas de “family respite”. Campamentos específicos un o varias veces al año.

Al final, mi mensaje clave de este post es que si estas cansado continuamente has de entender eso como una llamada de atención de tu propio cuerpo (y por supuesto asegúrate de que no hay enfermedades medicas detrás, como por ejemplo anemia o cualquier otra condición física y de salud).