5 claves para aumentar el bienestar de las familias con autismo
Te doy 5 sencillas pero potentes claves y su aplicación práctica para incrementar tu bienestar como madre o padre de un hijo con diferencias neurológicas o de desarrollo.
¿Prefieres escucharlo? ¡Escúchalo aquí!
En este post recojo las 5 claves que, en base a mi experiencia personal y profesional hasta la fecha, son fundamentales para aumentar el bienestar de las familias con autismo desde ya mismo. Están sacadas de una video entrevista bastante más larga que me realizó la coach de crianza Inma Buitrago.
Para cada clave te doy también una sugerencia de actuación - una herramienta concreta que te ayude a aplicarla en tu vida. Comenzamos.
5 claves para aumentar el bienestar de las familias con autismo
1. La aceptación.
Si, es de perogrullo, pero es fundamental - no podemos mejorar, cambiar, superar o sencillamente estar presentes con lo que no aceptamos. Si no lo aceptamos, no lo queremos ver ni considerar. Eso cierra la puerta a cualquier conexión basada en lo que hay. Y lo que hay es lo que hay.
Como digo siempre, aceptación no significa resignación. Al contrario, es el paso previo al coraje de pasar a la acción, de buscar apoyos, de modificar lo que sea en nuestras vidas para vivir mejor, para sentirnos mejor, para estar con las personas que realmente nos importan. Pues desde la aceptación podemos ver opciones que antes, desde la negación, ni siquiera estábamos dispuestos a considerar.
La aceptación lleva su tiempo. No es cosa de un día ni de un mes. Y pasa por tomar conciencia de las expectativas tanto propias como ajenas. Si no has leído mi post sobre el duelo te recomiendo que lo hagas, pues hablo del gran agujero negro que suele abrirse entre nuestras expectativas de los hijos y su realidad.
Mi consejo práctico con respecto a esta clave es que te des permiso para pasar un proceso de duelo que muchos negamos. Básicamente date permiso para sentir lo que sientes y no le tengas miedo al duelo.
2. Reconecta contigo para reconectar mejor con tu hijo.
¿Por qué están las dos relacionadas? Porque, en esencia, estoy hablando de presencia y la presencia se tiene con todo o con nada. O estamos presentes o no lo estamos. Si no estás presente contigo mismo, si no te das cuenta de como te sientes tú, de como está tu cuerpo, de como esta tu ánimo, de qué pensamientos recurrentes tienes… etc… pues es muy difícil que puedas estar presente con alguien más.
Porque estamos ejercitando el mismo “músculo” de la atención, por llamarlo de alguna manera. Y hoy en día tenemos todos muchas distracciones y mucho movimiento y caos en nuestras vidas, lo cual nos impide pausar, respirar y conectar con nuestra experiencia interior. Y mucho menos conectar de verdad con otra persona. A fondo. No solo en la superficie de lo que hacen o dicen, de lo que nos hacen o nos dicen, sobre todo los hijos.
Aquí es fundamental darse cuenta de, entender y hacerse amigo de las emociones propias (y ajenas, claro). Este es un tema que iré ampliando en próximos episodios. Pero enfocarte en lo que sientes es la mejor manera de conectarte con tu cuerpo y con tu momento presente (y el de tu hij@).
Invierte en irte conociendo mejor dia tras dia. El auto-conocimiento es la base del amor propio y del auto-cuidado. A menudo luchamos contra nuestros pensamientos, emociones y contra nuestra vida porque realmente no estamos siendo nosotros mismos, sino la version que creemos que tenemos que ser para los demás. Y esto se puede convertir en una guerra continua, donde nos desgastamos luchando contra nosotros mismos.
Así que, mi consejo práctico es que te enfoques en el auto-cuidado diario y que reflexiones sobre que significa esto para ti.
¿Unos minutos a solas en silencio? ¿Una llamada de 45 minutos con alguien con el que aliviarte y que no te va a juzgar? ¿Distracción e inspiración a través de la lectura o de cualquier otra actividad que disfrutes? ¿Escribir tus reflexiones diarias? Lo que sea. Pintarte las uñas o invertir en tu aspecto físico. No tienes por que seguir las reglas de nadie. Es tu propio cuidado de tus necesidades, para sentirte mejor.
Establece cómo te quieres sentir y qué necesitas para cuidarte cada día, aunque sean unos minutos.
3. Perdónate.
No porque hayas hecho nada mal con respecto al autismo de tu hijo sino porque seguro que te hablas bastante mal por dentro ¿a que sí?
Todos tenemos una voz interna hiperactiva critica que nos machaca constantemente. Que juzga todo lo que pasa, y todo lo que hacemos y no nos da tregua. Este es el peligro de las etiquetas - nuestra mente esta diseñada para analizar y para clasificar todo lo que ocurre a nuestro alrededor como positivo o negativo, como bueno o como malo. Y de ahí a que nosotros mismos nos clasifiquemos como listos o tontos, como malas madres o buenas madres, como inútiles o no… hay un pasito muy corto. La mayoría de nosotros no hablaríamos a nadie como nos hablamos por dentro.
Así que, perdónate, porque esto parte de la condición humana - tener mentes hiperactivas que no dejan de hablarse mal a ratos. Lo cierto es que lo haces lo mejor que puedes en las circunstancias que tienes y con los recursos de que dispones. Si sientes que esa voz interior te esta llevando a cambiar algo en tu vida que ya no te vale, decide si pasar a la accion o no. Pero no te sigas auto-machacando.
Como sugerencia practica, te invito a que prestes atención a aquellas ocasiones en que te das cuenta de que estas pensando algo “negativo” sobre ti misma o sobre tu realidad y que le des la vuelta. Que te hables como a una amiga o amigo que se acaba de dar cuenta de que se ha equivocado.
¿Puedes demostrar un poco de compasión y de empatía hacia ti mismo? Todos cometemos errores y a todos nos salen mal las cosas en ocasiones. Cambia tu chip y háblate bien, pues tu eres la única persona con la que estas destinada a pasar TODO el tiempo de tu vida.
4. No te compares ni compares tu situación.
Esto es una gran trampa mental que no te lleva a ninguna parte nada mas que a un callejón de amargura sin salida.
Cada cual tenemos nuestro propio camino y, aunque a menudo pensamos, proyectamos que los demás tienen mejores vidas o menos dificultades, lo cierto es que TODOS absolutamente todos sufrimos en la vida.
Todos estamos desconformes e insatisfechos con lo que nos ha tocado vivir en algún o en muchos momentos de nuestra vida. Compararnos con los demás no sirve para nada a no ser que nos impulse a cambiar algo en nuestra vida. Esa es la única parte productiva o adaptativa de la comparación. El usarla como trampolín y no como trampa. Como trampolín para modificar algo en nuestra que sabemos no funciona ya.
Finalmente si compararse te hace sentir fatal. No lo hagas. Esto, como todo, se puede practicar. ¿Cómo? Enfocándonos en nuestro presente, sin juzgar. En todo momento presente ya hay lo que tanto buscamos - la paz y la presencia interior que todo lo ve y todo lo acepta sin la cacofonía mental de la comparación y del agravio comparativo.
A nivel práctico, te diría que lo importante es la claridad sobre lo que TÚ quieres en tu vida, para ti y para tu hij@ con autismo en base a tus valores, a tus necesidades y a tus deseos. No en base a lo que tiene o deja de tener menganita o Fulanito.
Lucha por lo que deseas pero aprecia las libertades o las oportunidades de hacer las cosas de manera diferente que tu situación familiar de da. El que crea tu vida con cada decision eres tú - libérate de la comparación y te liberaras de muchos cosas que ni te van ni te vienen.
5. No pospongas tus sueños ni tus deseos.
Mira, aquí te estoy hablando como madre de un hijo con autismo. En eso tenemos unas dificultades y unas responsabilidades bastante comunes. Pero lo cierto es que tanto tu como yo somos mas que nuestros diferentes roles, como madres, como padres, como profesionales, como amas de casa, como lo que sea… Somos todo eso y mas allá de todo eso.
Los roles son los paquetes de expectativas y de responsabilidades que la sociedad nos asigna, muchos de los cuales debemos cumplir de manera funcional para llevar adelante una vida “normal” y sacar adelante a una familia.
Pero, tú, ¿tú realmente que deseas en esta vida?
No te pregunto cuál es tu propósito ni que significado le quieres dar a tu vida Menudas preguntas filosóficas!! No. Es mas sencillo que eso.
¿Tú qué quieres de la vida? ¿Experimentar mucho? ¿Tal vez vivir con paz y serenidad? O más bien diversión? ¿Conectar con los demás? ¿Conocerte a fondo mejor? Da igual.
Sea lo que sea, enfócate en vivir desde ahí. Desde lo que te pide el corazón y no solo desde los dictados de la mente.
Recuerda que no puedes dar a los demás si no te das a ti mismo. ¿El qué? Amor, cariño, atención, tiempo.
Así que, a nivel practico te sugiero que comuniques tus necesidades. De todas estas cosas o lo que quieras priorizar en tu vida. Si te explicas y tienes claridad, tanto de cara a ti misma como a los demás, verás que recibes más apoyos y que eres capaz de establecer límites con más facilidad.
Cuidarse también implica protegerse - marcar pautas de lo que necesitamos y lo que no necesitamos. Y no es egoísmo, es pura generosidad. Porque primero, estamos siendo honestos con todos, y segundo, estamos invirtiendo en nuestro bienestar para poder luego compartirlo con los demás, y sobre todo con nuestros hijos.
Si tú no estás bien, tu hijo tampoco lo estará.
¿Qué te parecen estas claves? ¿Tienes alguna otra que quieras compartir?